Luego de que el director Jurídico y de Gobierno de la Delegación Cuauhtémoc, Pedro Pablo de Antuñano, fue detenido en posesión de 600 mil pesos efectivo —cuya propiedad no pudo acreditar—, las críticas para el delegado morenista Ricardo Monreal no se hicieron esperar.
Ni tardos ni perezosos, integrantes de la bancada del PRD en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal promovieron una queja en contra de Antuñano, y anunciaron que pedirán la comparecencia de Monreal ante la Contraloría General del Gobierno capitalino.
Ni siquiera la dirigencia de Morena salió a defender a Monreal y a su mano derecha. El presidente del partido en la Ciudad de México, Martí Batres pidió que una investigación exhaustiva y aplicación de la Ley en contra de Pedro de Antuñano, mientras que otros miembros aplaudieron que el funcionario fuera separado de su cargo.
Pero por otro lado, el apoyo moral a Ricardo Monreal llegó por parte del Gobernador de Chiapas, Manuel Velasco, quien en su cuenta de Twitter se solidarizó con el delegado de la Cuauhtémoc. Velasco, quien es miembro del Partido Verde, lamentó la “guerra sucia” que hay en contra del delegado morenista.
Ante la inusual muestra de apoyo de Velasco a Monreal, muchos se preguntan, ¿Desde cuándo son tan amigos? ¿Qué no desde la lógica del líder de Morena, Andrés Manuel López Obrador, Velasco es parte de la “mafia del poder”? ¿Por qué “los morenos” no salen a defender a Monreal y Velasco sí? ¿Será que López Obrador, Martí Batres y compañía no quieren cargar con el costo político de respaldar a Monreal?
