Cifras de la Secretaría de Seguridad Pública Ciudadana revelan que todos los días de febrero se cometieron ocho asesinatos en Michoacán, una de las mayores medias de muertes violentas en los últimos dos años.
A pesar de los esfuerzos de las autoridades por reducir este delito, la dependencia indicó que en el mes pasado 246 personas perdieron la vida a causa del crimen organizado, dando un promedio de 8.7 homicidios diarios.
Cabe recordar que la semana pasada se registró la masacre de 17 personas quienes fueron fusilados por sicarios durante un velorio en la localidad de San José de Gracía en el municipio de Marcos Castellanos.
Asimismo, el último día del mes se registraron 12 asesinatos violentos.
Estas cifras son similares a las registradas en febrero de 2020 cuando fueron asesinadas 268 personas, dejando un promedio diario de 9.2 homicidios dolosos.
Una de las zonas más peligrosas es Tierra Caliente, donde diversos enfrentamientos entre grupos delictivos han generado gran inseguridad.
Lo anterior, obligó a las autoridades de Colima y Jalisco a reforzar las medidas de seguridad en sus fronteras.
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Reforzamiento de seguridad no ha logrado reducir índices de violencia
Cabe recordar que desde octubre pasado se han implementado diversas estrategias para reducir los índices delictivos en el estado gobernada por el morenista Alfredo Ramírez Bedolla, pero los primeros cinco meses del sexenio se cometieron mil 245 ajustes de cuentas en la entidad, equivalentes a 8.2 defunciones diarias.
Sin embargo, en el mes recién terminado se presentó una media de cercana a las nueve muertes.
Tanto las fuerzas estatales como elementos federales reforzaron su presencia en diversas zonas problemáticas de Michoacán, pero todavía no logran reducir los índices de violencia que provocan los grupos delincuenciales, pues los asesinatos se mantuvieron en niveles similares a enero pasado (243), a pesar de que febrero tiene tres días menos.
Este es un ejemplo claro de como la estrategia de seguridad del presidente Andrés Manuel López Obrador, basa en repartir abrazos, es un rotundo fracaso.
Con información de luiscardenas.mx y Sol Yucatán
MSA
