¿Un bloqueo puede más que mil leyes?

Hay dos imágenes que son dos caras de la misma moneda.

En una de las fotografías vemos a Miguel Ángel Osorio Chong –secretario de Gobernación– y al subsecretario de gobernación, Luis Miranda; mientras intercambian documentos con Víctor Manuel Zavala, uno de los líderes de la CNTE.

En la otra imagen encontramos una de las muchas marchas, bloqueos y plantones que ocurrieron ayer y hoy, en la Ciudad de México y en el resto del país.

La primera imagen fue tomada durante el cuarto encuentro de negociación y diálogo entre la secretaría de Gobernación.

La reunión, según se sabe, no duró más de 20 minutos.

Y al final del careo entre CNTE y gobierno federal, la secretaría de Gobernación se comprometió a facilitar otra mesa de negociación entre la CNTE y –ahora–, la secretaría de Educación.

Y es que, en palabras de Miguel Osorio, el magisterio disidente podrá debatir el modelo educativo con las cabezas de la SEP.

La promesa de Osorio hace relevante la segunda imagen. ¿Por qué?

Porque pareciera que en México, las protestas, los bloqueos, los gritos y los sombrerazos sí funcionan.

Pareciera que poner de cabeza a la capital del país no sólo queda impune sino que logra que el Estado retroceda.

Pareciera que las 67 protestas, los 33 bloqueos y las 252 escuelas cerradas pueden más que el Estado de derecho.

Acaso lo más grave es que mientras la CNTE no ha cedido un ápice en esta mal llamada negociación –e incluso ha sumado peticiones a la lista–, el gobierno federal terminó cediendo y abrió la puerta para que la Coordinadora meta mano en el modelo educativo.

Peor aún, varios medios de comunicación documentaron cómo Morena acarreó manifestantes e incluso financió las protestas.

Es decir, que la Morena de López Obrador parece haber vencido al gobierno federal en su propia casa, en su lucha y en su propia reforma educativa.

¿Qué mensaje envía la autoridad con todo esto?

¿Pretenden decirnos que la protesta pesa más que la ley?

¿Quieren que creamos que asuntos de gran importancia –como la reforma educativa–, se podrían venir abajo con algo de presión?