La vida profesional es dura, y el caso de Alfredo Ortiz Camacho no es la excepción, pues es cirujano egresado de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), y asistió a la convocatoria del Sindicato del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) para ser parte del personal que atienda a pacientes con coronavirus, pero fue rechazado y tuvo que poner un puesto de botanas.
Cabe señalar que Ortiz Camacho cuenta con un consultorio particular en la colonia José López Portillo, alcaldía Iztapalapa, ahí cobra 40 pesos la consulta, pero por la contingencia sanitaria no ha tenido ningún paciente.
“Sí, la verdad es que ahorita no sólo yo, todos los negocios no tienen gente y nosotros no somos la excepción”, dijo.
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Fue el martes, 14 de abril, cuando asistió a la Sección 33 del Sindicato del IMSS en busca de una plaza de las que se ofertaron para sustituir al personal que se encuentra en cuarentena.
“Lo principal es unirnos entre los colegas para socorrer a la población o a los menos o más necesitados. Eso es lo fundamental y, la segunda y no menos importante, sobre todo por la economía que ahorita estamos padeciendo, es todos los que estudiamos esto, esta carrera, como que nuestro anhelo principal es pertenecer a un instituto, llámese IMSS, ISSSTE o Secretaría de Salud que ahorita ya tiene otro nombre”, agregó.
La intención del galeno no era trabajar solo por seis meses, pues su objetivo principal estaba en quedarse con una plaza fija, por todos los beneficios que ésta conlleva.
“Originalmente es provisional por 6 meses, pero claro que nos encantaría una plaza ya fija, es ya el trabajo seguro, el sueldo seguro, pero prácticamente ya no tenemos que buscar los pacientes, como es mi caso ya los pacientes están fijos, el sueldo es fijo, las prestaciones son fijas. En este caso, en el negocio propio, es pues estar recabando pacientes”, aseveró.
Después de que la secretaria general del Sindicato del IMSS, Guadalupe Camarillo Martínez, informó que las 600 vacantes se ocuparon, el médico Ortiz Camacho regresó a su consultorio y junto con su esposa decidieron instalar un puesto de chicharrones y esquimos, que los ha ayudado a cubrir la renta.
“Aquí para solventar la economía familiar hay que quitarse tantito la bata, arremangarse y, pues, entrarle, sacarle al producto. De repente a mí me ha tocado despachar los chicharrones ir a dejar con los vecinos un esquimo”, concluyó.
La pandemia ha ‘ocultado’ otros problemas como la delincuencia, pero el desempleo también creció de manera alarmante en los que va del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, incluso está registrando marcas inauditas.
Con información de 24 Horas
