Con las recientes críticas al actuar del Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador parece que por fin se jugará la carta más preciada que tiene para evitar un declive en el porcentaje de popularidad: Enrique Peña Nieto.
Y es que, aunque el propio tabasqueño insistió en que no iría tras expresidentes porque “no guarda rencor”, ha corrido el rumor de que la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) junto con la Secretaría de la Función Pública (SFP) estarían interesadas en investigar los movimientos de las cuentas del priísta y su exesposa Angélica Rivera.
Casi de manera mágica, y como si las fuertes críticas de famosos personajes del país no hubieran influido, AMLO determinó desde esta semana que era tiempo de poner los ojos en el mexiquense quien ya ni siquiera figura en las portadas de revistas ni en los portales de noticias.
¿Será ésta la manera en la que Andrés Manuel intentará desviar la atención de todas esas críticas que lo ponen como un presidente incapaz de solventar una contingencia como la que se está viviendo?