A las autoridades no les importa la flora y fauna del país, pues la termoeléctrica de Petacalco generó un “cementerio” de tortugas.
Desde hace 20 años, en Petacalco, Guerrero, donde se ubica la central eléctrica que más energía produce para la CFE, ocurre un ecocidio que impunemente han tolerado las autoridades. Tortugas, peces y cultivos, así como los propios habitantes de la zona son afectados por la contaminación que emite dicha planta de carbón.
La central de generación eléctrica Plutarco Elías Calles es la responsable de que mueran cada día decenas de tortugas, peces y cocodrilos.
Pese a que esa planta es la que más energía produce para la Comisión Federal de la Electricidad (CFE), al mismo tiempo está acabando con los cultivos de la zona, además de afectar la salud, las fuentes de trabajo y la vida cotidiana de los habitantes de Petacalco, Guerrero.
Las tortugas marinas que llegan desde el océano Pacífico y nadan por el río Balsas, que está en el límite con Michoacán, son asesinadas por un canal para jalar agua que la CFE abrió para un proceso industrial de enfriamiento.
De acuerdo con Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), “especies como laúd, negra y golfina son capturadas en rejillas de la planta eléctrica y luego jaladas con rastrillos que les cercenan los miembros; otras más se quedan varadas bajo el sol por días y mueren deshidratadas, según testimonios recabados”.
Hasta 76 tortugas mueren en un día
Además, pobladores y ambientalistas han documentado la muerte de hasta 76 tortugas en un sólo día bajo estas condiciones. Además, señalan que “el personal de CFE llega con grúas o camiones para recoger a los animales —aunque estén vivos— y los llevan a un tiradero dentro de la planta, en donde los cubren con tierra y zacate”.
La dependencia a cargo de Manuel Bartlett está bajo la polémica, pues la termoeléctrica de Petacalco, Guerrero, generó un “cementerio” de tortugas.
Con información de MCCI
JZ