Guerrero, Michoacán, Tamaulipas y Veracruz son, por tercera vez consecutiva, las cuatro entidades consideradas como zonas de riesgo para las elecciones federales, de acuerdo con el listado de alerta del INE y la Fepade.
Alta inmigración y alta inseguridad pública, son las dificultades que tendrán que sortear el INE y sus capacitadores electorales para integrar las mesas directivas de casilla y capacitar a los ciudadanos que serán sus funcionarios.
A pesar del esfuerzo realizado de manera constante desde 2006 para disminuir los niveles de inseguridad, los comicios presidenciales se realizarán bajo un escenario de vulnerabilidad a la seguridad de los funcionarios de casilla y de los propios votantes.
Las dificultades a enfrentar por parte del INE para capacitar a ciudadanos han crecido de 18.7 por ciento en 2012 a más de 22 por ciento en 2018, es decir, hay focos rojos en 6 mil 565 secciones, con atención especial en 200 distritos.
Hermosillo, Sonora; Monterrey, Nuevo León; así como las delegaciones Cuauhtémoc y Venustiano Carranza, en la Ciudad de México, concentran el mayor número de secciones en zonas de alta inseguridad pública por pandillerismo, vandalismo, comisión de diversos delitos, presuntas actividades ilícitas o presencia de personas armadas.
El análisis de las autoridades electorales para este 2018, sin embargo, es que estos focos de atención no frenarán el proceso electoral, como no lo hicieron en las dos sucesiones presidenciales anteriores.
