El pasado 20 de septiembre, una fractura en la pierna que sufrió Jesús Ernesto López Gutiérrez, el hijo menor de Andrés Manuel López Obrador, llevó al vástago del tabasqueño al hospital privado Médica Sur.
Una vez más, el político fundador de Morena cayó en la contradicción y las redes sociales no dejaron pasar el hecho.
Y es que, el presidente López se ha manejado con bandera de austeridad dirigido para él y todo su futuro gabinete. Ha sostenido un discurso en el cual asegurado que todo funcionario será atendido en el IMSS o el ISSSTE, dependiendo del caso, pues los precios de un centro de salud privado en México no son accesibles para muchas personas.
Mientras tanto, los seguidores del “mesías”, defienden a su líder con el argumento de que no podrá ser atendido en dichas instituciones hasta que tome protesta como presidente de la República.
Bien, “compremos” la idea de la chairiza. Pero, entonces también valdría la pena cuestionar cómo hizo AMLO para pagar los elevados costos de la atención médica privada a su hijo, pues en su declaración 3de3, aseguró no tener bienes materiales, casas o coches a su nombre, ni tarjetas de crédito.
En ese entonces, era dirigente nacional de Morena (2016) y afirmó que su ingreso neto anual era de 600 mil pesos, por el salario asignado como líder morenista. Los seguros de gastos médicos mayores, como del que echó mano López Obrador, tienen costos que van de los 22 los 150 mil pesos anuales.
Lo mismo hizo en 2013, cuando su discursiva era la misma: todos los altos funcionarios del gobierno federal se atenderán en el IMSS, en el ISSSTE o en el Seguro Popular, “para que vean lo que se siente”. Pero, Andrés Manuel López Obrador optó por utilizar servicios de salud privados cuando sufrió un infarto al miocardio en diciembre de ese año.
¿Dónde está la austeridad y congruencia de AMLO? ¿De dónde tanto dinero para atenderse en Médica Sur? y ¿Ahora cómo lo defenderá la chairiza?