Tal parece que al presidente Andrés Manuel López Obrador, ya se le olvido la manera en que Donald Trump, llegó al poder de los Estados Unidos, con un discurso lleno de xenofobia e insultos a los mexicanos, tachandolos de ser una mala influencia hacia su pueblo norteamericano y persiguiendo a gran parte de migrantes centroamericanos.
No siempre fue así. Cuando López Obrador era candidato a la presidencia fue muy crítico con su actual socio en Washington, promovió demandas ante la ONU y la CIDH en su contra, e incluso escribió un libro, “Oye Trump”, en el que lanzaba duras acusaciones contra el presidente estadounidense. Todo cambió una vez llegó al gobierno.
Recordemos que en agosto de 2016, el entonces presidente Enrique Peña Nieto invitó a Donald Trump, quien todavía era candidato a la Casa Blanca a su residencia de Los Pinos. Durante su campaña, el magnate estadounidense aseguró que construiría el muro y que México sería quien lo pagaría.
Dicho lo anterior, López Obrador, quien fungía como presidente del Comité Ejecutivo de Morena, rechazaba la invitación enérgicamente, ya que lo consideraba una intromisión en asuntos de otro país y aseguraba que él no hubiese solicitado la visita de ningún candidato, ni de Trump ni de Hillary Clinton, que aspiraba a la presidencia por el Partido Demócrata.
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“Debemos ser prudentes, precavidos y no meternos en la vida interna de ningún otro país, para que ellos no se metan en las decisiones que solo corresponde a los mexicanos”, sostuvo AMLO.
Hoy en día, su discurso de AMLO hacia el magnate Trump, se ha suavizado exponencialmente, acción que deja entrever sus intenciones serviles y sumisa con nuestros vecinos del norte.