Vaya cinismo que ha dejado entrever el gobierno de la Cuarta Transformación que encabeza Andrés Manuel López Obrador, en todo este tiempo que ha tratado de llevar las riendas del país y desde luego, la de la pandemia por COVID-19.
Sabemos de antemano, que el contexto actual de México, es producto de las peripecias y decisiones de las grande esferas del poder, entre el titular del Ejecutivo y las autoridades de Salud, mismas que hoy, como dice Obrador en su conferencia desde el estado de Guanajuato, “se han podido lavar las manos”.
Ante la pandemia, “nunca nos habíamos lavado las manos con tanta frecuencia”; “no depende solo de la autoridad, depende de nosotros mismos”, “los mexicanos hemos actuado de manera ejemplar”, “no es obligatorio quedarse en la casa”, “ya vamos de salida”, “no perdamos la fe”: AMLO pic.twitter.com/N4nnbL0TJb
— DDC (@DDConfianza) July 15, 2020
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La situación tan grave que se produjo en el país respecto a la pandemia, no solo ha dejado a la luz la incompetencia de Obrador, sino también, su autoritarismo por imponer sanciones ante todos aquellos que nos atrevemos a cuestionar su gobierno.
Cínicamente se compara con otros países respecto a las medidas sanitarias que ha tomado, asegurando que no se necesita un gobierno “autoritario” para hacer entender a la población lo grave que es la pandemia. Sin embargo, México es uno de los países en América Latina con un alto número en decesos por COVID-19, situación que es preocupante.
¿Cómo decirle a los familiares de las personas fallecidas por COVID-19 que esto es solo un mal sueño, una pesadilla? Así como el mandatario lo afirma.
