La ministra de Salud peruana, Pilar Mazzetti informó a la televisora local Latina que 106 de 283 vecinos de la discoteca Thomas Restobar en el distrito de Los Olivos, dieron positivo a COVID-19 en pruebas rápidas, luego que el sábado la policía intervino el local por violar las medidas de confinamiento.
Y es que una fiesta clandestina terminó en tragedia debido a que más de 100 individuos asistieron a la discoteca, donde al menos 13 personas murieron asfixiadas cuando la policía irrumpió para impedir la fiesta y donde 23 fueron detenidos de los cuáles 15 arrojaron positivo al virus, al igual que 11 de las 13 víctimas mortales.
“Frente a la intervención policial, que no empleó ningún tipo de arma o bomba lacrimógena, los asistentes a la fiesta intentaron escapar por la única puerta de ingreso, atropellándose y quedando atrapadas entre la puerta y una escalera de local”, señaló el ministerio del Interior, Jorge Montoya, en un comunicado.
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Por su parte, el presidente Martín Vizcarra lamentó la tragedia y expresó su “cólera por la irresponsabilidad” de los organizadores de la fiesta.
“No puede ser que (…) cuando tenemos población como el personal de la salud que expone su vida para salvar vidas, haya empresarios como los dueños de esta discoteca que exponen la vida de personas”, dijo Vizcarra a periodistas.
AIS
