Los datos arrojados por dos estudios realizados de manera independiente por dos especialistas en la materia confirman que la frase “primero los pobres” fue solo un eslogan de campaña que Andrés Manuel López Obrador utilizó durante sus 12 años de campaña permanente.
A continuación presentamos de manera sintetizada las conclusiones más relevantes de los estudios elaborados –por separado– con base en información del INEGI por Gonzalo Hernández Licona, quien fuera doctor en Ciencia Social por El Colegio de México y por Máximo Ernesto Jaramillo Molina, economista por la Universidad de Guadalajara.
1.- Hay más apoyo a ricos que a pobres
En el decil más bajo, al que pertenece la población en pobreza extrema, las transferencias gubernamentales se redujeron en un 32 por ciento respecto a la pasada administración. En cambio, en el decil VIII aumentaron en un 145 por ciento y en el decil IX UN 148 por ciento. Estos deciles corresponden a las familias más ricas del país.
2.- Pensión a adultos ricos
La pensión para adultos mayores se incrementó en un 185 por ciento, pero el aumento de beneficiarios entre quienes están en el primer decil fue del 17 por ciento, mientras que el correspondiente al decil IX (de los más ricos) fue del 457 por ciento.
3.- Eliminación de Oportunidades/Prospera
El gobierno de López Obrador eliminó el programa Oportunidades/Prospera, que operaba con éxito desde el sexenio de Zedillo y no lo ha sustituido por uno que iguale su cobertura.
4.- Solo 3 de cada 10 familias apoyadas
Los programas sociales creados por López Obrador sólo llegan a tres de cada diez familias pobres, lo que está muy lejos del discurso del presidente, quien reiteradamente presume que sus programas benefician a más del 50 por ciento de la población en situación de pobreza. En el 2016, los programas sociales llegan a seis de cada diez familias pobres.
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5.- Disminuyó el gasto social
El gasto del gobierno de AMLO en programas sociales es actualmente 8 por ciento menor al registrado en el 2015, a la mitad del sexenio de Enrique Peña Nieto, cuando alcanzó su máximo histórico. El gasto social del actual sexenio no aumentó en este 2021 a pesar de los estragos que la pandemia del Covid ha generado en la economía popular.
6.- Rezago a nivel mundial
El México de López Obrador se encuentra en el lugar 159 de 167 países incluidos en un estudio sobre porcentaje del PIB que destinan al gasto social. El actual gobierno no ha querido incrementar el presupuesto para combatir la pobreza con el pretexto de que no quiere endeudar al país.
7.- Opacidad en padrón de beneficiarios
Con los datos disponibles se puede afirmar que en general no se han incrementado los diferentes padrones de beneficiarios de los programas sociales, aunque las cifras actuales no se conocen con detalles debido a la opacidad del gobierno en esta materia.
8.- Un fiasco, la Beca Benito Juárez
El programa titulado Beca Benito Juárez para educación básica y media superior, al que tanta rentabilidad política le ha sacado la “4-T”, solo llega al seis por ciento de los hogares más pobres, un porcentaje risible.
9.- Endeudaron micronegocios y desempleados
En lugar de apoyar a micronegocios y a población y a ciudadanos que perdieron el empleo como consecuencia de la pandemia, el gobierno promovió créditos y llevó al endeundamiento tanto a propietarios de negocios como a desempleados. Eso no es apoyar.
10.- Problema de focalización
Uno de los principales problemas de los programas sociales de López Obrador es que no están focalizados hacia quienes más lo necesitan. El ejemplo más claro es de la pensión para adultos mayores, la cual puede solicitar cualquier persona mayor de 65 años sin importar su situación económica. Esto universalización lleva a que los apoyos en general lleguen a muchas familias que no están en situación de pobreza.
