Como en todas las ocasiones en las que no ha recibido el apoyo que esperaba, el presidente Andrés Manuel López Obrador respondió a las críticas sobre su propuesta para rifar el avión presidencial.
Y es que aseguró que no fue una iniciativa improvisada sino una solución a la falta de compradores y al problema que representa tener una aeronave de tal magnitud en un país con problemas económicos.
“Los conservadores están molestísimos, inquietos. Nosotros no actuamos de esa manera. No es un Gobierno de ocurrencias, es resolver un problema, reparar un daño. Si hasta deberían estar agradecidos porque causaron un grave daño y nosotros estamos buscando una solución, una salida”, declaró el tabasqueño desde Palacio Nacional.
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En su discurso, Andrés Manuel cuestionó a los gobiernos anteriores por la adquisición de un transporte tan lujoso pues “no puede haber gobierno rico con pueblo pobre”, mismo pueblo que, según su lógica” deberá desembolsar 500 pesos para poder ganarse el avión.