Sabemos de sobra que al presidente Andrés Manuel López Obrador, las críticas lo hacen enfurecer, al grado de condenar a quién se atreva a cuestionar su forma de gobierno y/o evidenciar la decadencia del mismo. Tachándolos de neoliberales o enemigos de la Cuarta Transformación.
Su reciente visita a Washington, dejó entrever su falta de compromiso hacía su investidura política, al aceptar reunirse con un personaje que cínicamente ha atacado al pueblo mexicano en repetidas ocasiones, es decir, Donald Trump.
Por ello, no solo la prensa local e internacional, criticaron dicha visita, sino que propios amigos cercanos a Obrador mostraron su total repudio, asegurando que una vez llegando al poder, jamás imaginaron que sus intereses cambiarían.
En entrevista con Humberto Padgett para el noticiero “Por la mañana” de Ciro Gómez Leyva para Radio Fórmula, José Manuel Lizárraga, médico y jefe del Servicio de Urgencias del Hospital de Macuspana, en el estado de Tabasco, aseguró que convivió con AMLO durante 23 años, lapso que estuvo codo a codo en su lucha por llegar al poder en donde inclusive hasta quemaron autos como parte de sus protestas.
“Yo atendía a los exodistas cuando íbamos a la Ciudad de México, cuando bloqueábamos carreteras, cuando quemábamos, en Cárdenas, vehículos”, aseveró Manuel Lizárraga.
Asimismo, el médico aseguró que, sus manifestaciones eran “una lucha que se luchaba de corazón, porque creíamos en un cambio”; sin embargo, dijo, hoy López Obrador no está haciendo nada.
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En la entrevista el médico aprovechó para demandar que el Hospital de Macuspana “se encuentra colapsado. No contamos con médicos, no hay internistas, no hay cirujanos, no hay ginecólogos, no hay anestesiólogos”.
Por lo que se atrevió a revelar que, “el 85 por ciento de personal de médicos, enfermería, administrativo, intendencia, laboratorios, está positivo en COVID-19”.
Aquel Obrador, ese que iba por doquier con su bandera de libertador, ahora es un simple y servil sumiso de nuestros vecinos del norte.
