Los principales cárteles del narcotráfico en México se han apoderado de al menos 20% del territorio nacional y cada vez más expanden su “poder” a través de varias actividades donde les permiten exportar drogas, secuestrar a mexicanos, traficar con migrantes y destruir negocios.
De acuerdo con un reportaje firmado por la periodista Mary Beth Sheridan, en The Washington Post, los grupos del narcotráfico han aprovechado la ausencia del Estado mexicano en amplias franjas de su territorio para infiltrarse y copar los vacíos de poder.
“Los criminales de hoy están penetrando cada vez más en el país, infiltrándose en comunidades, fuerzas policiales y ayuntamientos. Un abanico vertiginoso de grupos armados, tal vez más de 200, se ha diversificado en una gama cada vez más amplia de actividades”, señala la periodista.
El reportaje también señala que dicho diario, tuvo acceso a un estudio de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) donde detalla que el 20 por ciento del territorio nacional estaría bajo el control de los grupos delictivos, tan sólo en 2018.
Sin embargo, en la actual administración con Andrés Manuel López Obrador el negocio de las drogas ha “florecido” y en los últimos años han aumentado la producción de metanfetamina, pues con el cambio de estrategia del actual gobierno en enfocarse en los programas sociales y buscar atender la pobreza han descuidado las organizaciones criminales.
Datos oficiales citados por el diario señala que al menos existen 19 grupos criminales catalogados como de “alto impacto”; de ellos, el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el del Sinaloa tienen un alcance nacional.
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Asimismo, TWP recuerda que durante décadas, hubieron altos funcionarios que se encargaron de repartir y administrar las rutas de la droga a las organizaciones delictivas, por los que muchos ya han sido desenmascarados, sin embargo, con el cambio democrático, asevera el diario, los grupos criminales han buscado infiltrarse en la escala municipal y estatal, mediante sobornos o amenazas para mantener su dominio sobre las rutas de trasiego de enervantes.
Al respeto, puntualiza el diario, el problema es que las autoridades mexicanas no han logrado entender a las organizaciones delictivas; la policía mexicana, sobre todo la estatal y municipal, está mal capacitada y equipada; existe una escasez de fiscales y especialistas forenses en materia de narcotráfico; así como una deficiencia en la rendición de cuentas por parte de las autoridades.
Con información de TWP
AIS
