Las enormes diferencias entre los procesos judiciales del exdirector de Pemex, Emilio Lozoya, y la exsecretaria de Estado, Rosario Robles; ambos funcionarios durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, ha causado gran polémica y controversia en la opinión pública.
Y es que mientras, la extitular de la Secretaría de Desarrollo Social, se encuentra recluida y vinculada a proceso, en espera de juicio tras acudir a declarar el 13 de agosto de 2019. Las autoridades mexicanas han tratado de manera muy distinta el caso del exdirector de Petróleos Mexicanos.
Emilio Lozoya sigue su proceso por los delitos de uso de recursos de procedencia ilícita, asociación delictuosa y cohecho en el caso de sobornos de la empresa brasileña Odebrecht, desde un hospital privado de la Ciudad de México.
A diferencia de Robles que se presentó de manera voluntaria ante la autoridad para responder sobre sus acusaciones, le fue dictada prisión preventiva por riesgo de fuga.
No obstante, Robles ha alegado ser una persona mayor de 60 años con hipertensión y rinitis crónica, además que los delitos que se le imputan no requieren la medida cautelar; sin embargo continúa recluida en el penal femenil de Santa Martha Acatitla.
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En su contra parte, Lozoya no solo se declaró inocente, sino que dijo ser víctima de un “aparato de poder” y expresó su “compromiso de colaborar con las autoridades”.
Razón por la que éste recibiría un trato judicial amable a cambio de destapar a otras figuras clave en la corrupción del Gobierno de Enrique Peña Nieto.
Con información de Debate
