Proyectos de AMLO van contra el combate del cambio climático

Para Greenpeace la 4T tiene una obsesión con los combustibles fósiles, misma que se refleja en un rescate fallido a Pemex, la refinería de Dos Bocas y el Tren Maya

A López no le interesa el cambio climático
Foto: Especial

De acuerdo con Greenpeace, la administración de Andrés Manuel López Obrador no tiene ninguna intención de mitigar el cambio climático, y menos después de refinar petróleo, frenar proyectos de energía renovables, desarrollar gasoductos con recursos que se destinaron para enfrentar el problema ambiental y dar paso al Tren Maya.

“Lejos de contribuir a frenar ambas problemáticas, la política ambiental de la actual administración en nuestro país las acrecienta”, explicó la organización por medio de una nota informativa.

Greenpeace aprovechó el marco del Día Mundial del Medio Ambiente, para reiterar que la “Cuarta Transformación” se comprometió a llegar a la meta de cero emisiones netas de gases de efecto invernadero para 2050.

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Por otro lado, la ONG detalló que el gobierno federal no solo se ha enfocado en rescatar fallidamente a Pemex —una de las ocho empresas más contaminantes del planeta—, pues también optó por construir una nueva refinería, la de Dos Bocas, y generar energías renovables, pero a base de combustóleo, que “es el combustible residual de los procesos de refinación”.

“En fechas recientes el embate que pretende eliminar las energías renovables de la matriz eléctrica, argumentado que son costosas, que no son confiables y que ponen en riesgo el sistema eléctrico nacional, son medidas que no dejan duda de que la política energética del país va en sentido opuesto al combate al cambio climático (…) Ante eso, los compromisos climáticos plasmados en acuerdos internacionales y en las propias leyes mexicanas resultan imposibles de lograr”, agregó.

Asimismo, Greenpeace advirtió que el Tren Maya —uno de los caprichos de López Obrador— provocará “daños incalculables al medio ambiente, comenzando por la afectación de veintitrés Áreas Naturales Protegidas”, y dañará “el equilibrio ecológico de la Península de Yucatán, área prioritaria para la conservación de la biodiversidad en nuestro país”.

Pero las irregularidades de dicho megaproyecto no paran ahí, ya que “además el proyecto no toma en cuenta el efecto colateral del tren: el desarrollo industrial, agropecuario, turístico e inmobiliario sin control, ni los derechos de pueblos y comunidades indígenas”.

En definitiva a AMLO no le importa combatir el cambio climático, pues sólo desea consolidar proyectos costosos, que no traerán beneficios y que afectarán a todo el planeta, en cuestión del medio ambiente.  

Con información de Vanguardia