PROTAGONISTAS DEL 88 BATEAN A AMLO

Llamó mucho la atención la reunión que tuvo lugar el pasado sábado entre tres de los principales protagonistas de las elecciones de 1988 que en gran medida marcaron el inicio de lo que hoy conocemos como la transición a la democracia.

Los tres, Ifigenia Martínez, Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo, fueron figuras clave en la histórica ruptura dentro del poderoso PRI, que dio origen a la primera candidatura de la oposición a la Presidencia de la República en muchas décadas.

Con la reunión del sábado, los tres personajes marcaron una distancia definitiva con el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien ocupa el cargo gracias a ese proceso de cambios políticos que se inició con las elecciones de 1988.

López Obrador no tuvo un papel relevante en esa ruptura dentro del PRI que llevó primero a la creación del Frente Democrático Nacional y luego a la fundación del PRD, un partido en el que confluyeron todas las fuerzas políticas de izquierda y la ex corriente democrática priista.

Pero varios años después, el ahora presidente de la República empezó a cosechar los frutos de ese proceso democratizador que empujó los cambios y creó nuevas instituciones, de las cuales, por cierto, reniega.

Ifigenia, Porfirio y Cuauhtémoc sí sufrieron de lo que ahora se queja López Obrador injustificadamente. Su proyecto opositor, con Cárdenas como candidato a la Presidencia, se enfrentó a todo el aparato del Estado encabezado por el PRI-gobierno, un aparato monolítico que tenía en sus manos todos los gobiernos estatales, el Congreso y el Poder Judicial.

Ese proyecto padeció un severo cerco informativo, en donde todos los medios, escritos y electrónicos, estaban al servicio del PRI y del gobierno, como se ha demostrado en diversos estudios sobre el comportamiento de la prensa en los procesos electorales del 88, 91 y 94.

A los tres protagonistas del 88 sí les tocó dejar un partido con gran poder económico para ir a fundar uno más modesto, con problemas de financiamiento y con muy escaso acceso a los espacios de poder.

En cambio, cuando López Obrador se convirtió en figura nacional a raíz de que ganó las elecciones para jefe de Gobierno del entonces Distrito Federal, ya muchas cosas habían cambiado. Ya el PRD había ganado varias gubernaturas, ya tenía la supremacía política en el DF y ya los medios procuraban el equilibrio en el manejo de la información.

Son muy distintos los perfiles y las trayectorias de los tres ochenteros respecto al perfil de López Obrador. Mientras ellos se enfrentaron al poder absoluto que tenía el PRI en 88 para impulsar la democracia, el tabasqueño hace todo lo necesario para torpedear lo logrado. Aunque sea un beneficiario de ello. 

La reunión del sábado representa un deslinde de las tres figuras centrales del inicio de la transición democrática con un presidente de la República que llegó al cargo con la bandera de la izquierda pero que tiene un comportamiento que recuerda el autoritarismo del viejo régimen priista.

Desde hace varios años Cuauhtémoc Cárdenas marcó su distancia con López Obrador, distancia que no fue superada a pesar de que su hijo Lázaro Cárdenas, es el coordinador de asesores del presidente.

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Porfirio e Ifigenia, en cambio, mantuvieron su cercanía con el tabasqueño y se subieron al taxi de Morena como muchos otros militantes del PRD, del PRI y del PAN, en la víspera de las elecciones del 2018.

Sin embargo, en los hechos Porfirio ha demostrado que no es ni será un obediente ciego más de la autodenominada “Cuarta Transformación”, de la cual ha sido un severo crítico desde las entrañas mismas del partido, como hizo con el PRI.

La dirigencia nacional de Morena le negó a Porfirio la posibilidad de reelegirse como diputado federal, quizá como represalia por esa actitud crítica que ha mostrado hacia varias decisiones cupulares.

Pero Porfirio sigue mostrando congruencia. En días pasados alzó la voz para condenar el golpe a las instituciones que representó la decisión de Morena en el Congreso de ampliar el periodo de mandato del presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Arturo Zaldívar Lelo de Larrea.

Ante la consumación del golpe, Muñoz Ledo convocó a la creación de un Frente Amplio en Defensa de la Constitución, ante “las flagrantes violaciones del Ejecutivo”.

Ahora, acompañado por Cárdenas y por Ifigenia, Porfirio prepara un “Encuentro por la República” que tendrá lugar en los próximos días y al que acudirán otras personalidades que fueron protagonistas, como ellos, del inicio de la transición a la democracia.

Este activismo de Muñoz Ledo se da precisamente en la víspera de una jornada electoral que será crucial para el proyecto político encabezado por López Obrador, un proyecto que no se parece en nada a lo que querían para el país los tres viejos compañeros de lucha del 88.

OFF THE RECORD

**OBSERVADOR DE LUJO

El INE informó ayer que el ex secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, será el jefe de misión de los observadores electorales de la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina y el Caribe (COPPPAL).

Insulza, quien durante su mandato al frente de la OEA se caracterizó por poner en evidencia la dictadura disfrazada de Nicolás Maduro en Venezuela, tiene toda una trayectoria de participación en procesos democráticos en varias naciones del continente.

**AHORA, LEY DE HIDROCARBUROS

Ayer, el juez federal  Juan Pablo Gómez Fierro suspendió, con efectos generales, la entrada en vigor de la reforma a la Ley de Hidrocarburos publicada apenas el pasado 4 de mayo en el Diario Oficial de la Federación.

Es el mismo camino de las reformas a la Ley de la Industria Eléctrica: viola la Constitución y atenta contra la libre competencia.

Y el destino será el mismo: la congeladora.

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