DESAPARICIÓN FORZADA EN LA “4-T”

El pasado 26 de marzo, la Policía Municipal de Nochixtlán, Oaxaca, dispersó con violencia una manifestación que pobladores y activistas realizaban en el parque central para protestar contra el autoritarismo y la corrupción de la presidenta municipal, Lizbeth Victoria Huerta.

Luego de dispersar la manifestación, personas vestidas de civil detuvieron a la activista Claudia Uruchurtu, a la que, de acuerdo con testimonios recabados por sus familiares, obligaron a subir a una camioneta de color rojo. Desde entonces se desconoce su paradero.

En la madrugada del pasado viernes, elementos de la Agencia Estatal de Investigación detuvieron a la alcaldesa, al jefe de la policía y al asesor jurídico del Ayuntamiento, como presuntos responsables de la desaparición forzada de la activista.

La principal acusada, Lizbeth Victoria Huerta, llegó a la Presidencia Municipal de Asunción de Nochixtlán en las elecciones del 2018 como candidata de Morena, e impulsada por el efecto López Obrador.

Su gobierno ha estado marcado por señalamientos de corrupción, acciones autoritarias en contra de críticos y opositores y delitos de carácter electoral de los cuales  tienen conocimiento el Congreso de Oaxaca y el Organo Superior de Fiscalización correspondiente.

A pesar de ello, Morena le concedió buscar su reelección, con el argumento esgrimido en miles de casos por toda la República, de que fue quien resultó mejor posicionada en las encuestas.

Antes de la desaparición Claudia Uruchurtu, Lizbeth Victoria ya había sido acusada de violaciones a los derechos humanos, como cuando supuestamente ordenó golpear y encarcelar arbitrariamente al empresario Alfonso Avendaño Rodríguez, quien exigía en palacio municipal el pago de un adeudo.

De acuerdo con la denuncia presentada por sus familiares ante la Fiscalía General de Justicia de Oaxaca, Alfonso sufrió fractura de cráneo tras ser golpeado por los policías municipales.

Una ciudadana, de nombre Azucena Tello Pedro, grabó y transmitió por su cuenta de Facebook la agresión, por lo que recibió amenazas de parte de personal del Ayuntamiento, lo que motivó una denuncia ante la Fiscalía.

Pero a pesar de estas dos denuncias penales y a pesar de las violaciones a la ley electoral acreditadas debidamente por el Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca, nadie hacía nada en contra de la alcaldesa morenista, quien gozaba de total impunidad.

Su detención, por la desaparición forzada de Claudia Uruchurtu, se logró gracias a la presión de organismos internacionales, toda vez que la víctima tiene la doble nacionalidad, mexicana y británica.

En días pasados, el Comité contra la Desaparición Forzada de la ONU envió una carta al gobierno mexicano, firmada por Ibrahin Shalamá, jefe de la Subdivisón de Tratados de Derechos Humanos, en la que le exigió investigar a fondo la desaparición de Claudia.

El gobierno mexicano también recibió presiones por parte de autoridades del Reino Unido, lo que llevó a las autoridades federales a coadyuvar en la investigación sobre el paradero de Claudia.

La activista Claudia Uruchurtu había presentado denuncias ante el Órgano Fiscalizador de Oaxaca por presuntos actos de corrupción en contra de la alcaldesa Lizbeth Victoria Huerta. Es probable que por ese motivo se haya ordenado su levantamiento y desaparición.

La presidenta municipal que tanto ha protegido Morena ya está detenida, pero Claudia no aparece. Podríamos estar ante el primer caso de desaparición forzada relacionado con eso que llaman “Cuarta Transformación”, cuyo líder, Andrés Manuel López Obrador, no se cansa de repetir: “no somos iguales”. ¿No?

OFF THE RECORD

**OTRO JUANITO EN MORENA

Algún curioso detectó que en Hidalgo, el PVEM colocó en el tercer lugar de la lista candidatos a diputados plurinominales a Felipe Delgado Carrillo, quien para más señas, es hermano del dirigente nacional de Morena, Mario Delgado Carrillo.

Felipe está colocado en calidad de suplente. Habría qué ver quién es el propietario, pues todo apunta a que se trata de un Juanito condenado a solicitar licencia en cuanto rinda protesta para dejarle el lugar, discretamente, al hermano de Mario.

**TAMBIÉN LOS HAY ENFRENTE

En la alcaldía Milpa Alta, la candidata de la alianza PRI-PAN-PRD, Alicia Robles Acevedo, en realidad cumple el papel de Juanita de su esposo, el priista Jorge Alvarado Galicia, quien ya fue delegado.

Resulta que originalmente el candidato sería Jorge, pero para cumplir con las normas de paridad de género, cedió su lugar a su esposa, quien no tiene la más mínima experiencia ni en trabajo a favor de la comunidad ni en el servicio público.

En cada acto de Alicia está presente su esposo, así como en toda la publicidad relacionada con la campaña.

Sí, exactamente igual que Félix en Guerrero.

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