Propone AMLO una sola declaración anual… pero “maquilla” su patrimonio

Andrés Manuel López Obrador planteó una reforma fiscal con la que los contribuyentes realizarían solamente una declaración anual y se fiscalizaría por sorteo.

Sin embargo, a propòsito de temas fiscales, al tabasqueño le faltó aclarar las dudas sobre su propio patrimonio.

El presidente electo siempre se ha manejado –en términos fiscales– como un “fantasma”; como una persona que no tiene existencia en el mundo financiero y que en consecuencia no puede rendir cuentas sobre la forma que ha vivido.

No ha explicado cómo paga sus cuentas y asegura que ni siquiera cuenta con una tarjeta de crédito ni automóvil. Y menos nos ha dicho quién pagó las giras con las que recorrió cada uno de los 2 mil 457 municipios y 16 delegaciones que integran el país.

Viajes y lujos

En septiembre de hace un año, López inició una gira por Europa –Italia y Francia– en donde Morena reportó que los pasajes de avión con los que AMLO y un acompañante viajaron tuvieron un costo de 84  mil pesos. La gira pasó por Roma (donde López Obrador acudió al besamanos con el Papa) y París.

Pero, el partido de Andrés Manuel omitió gastos de hospedaje, alimentación y viáticos de sus días en Europa. Además, Morena reportó que en 2014 López Obrador realizó 19 viajes al interior del país, pero –de nueva cuenta– “olvidó” entregar cuentas sobre los viáticos consumidos y tampoco proporcionó copias de los boletos de avión que se requerían.

Sus tres depas del 3de3

Andrés Manuel escondió propiedades y se burló de la transparencia al omitir en su declaración “Tres de Tres” dos departamentos ubicados en la Ciudad de México propiedad de su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller.

The Wall Street Journal reportó lo anterior en septiembre de 2016. AMLO es dueño de dos departamentos en Copilco, en la delegación Coyoacán de la Ciudad de México. El tabasqueño hasta demandó al medio estadounidense, pero una consulta realizada en el Registro Público de la Propiedad de la Ciudad de México, incluso hasta reveló la existencia de un tercer inmueble.

Ubicado también en Copilco, que fue de su propiedad y que, en efecto, vendió, pero a uno de sus empleados del gobierno de la Ciudad de México, lo que podría ser una venta simulada.

El próximo presidente encargó a un notario público –su sobrino y subordinado–, Adán Augusto López Hernández, tramitar la cesión a su hijo Andrés Manuel López Beltrán de los departamentos ubicados en Copilco.

Andrés Manuel López Obrador ha omitido, al menos, cuatro propiedades en su declaración “Tres de Tres”: dos departamentos ubicados en la delegación Benito Juárez, propiedad de Beatriz Gutiérrez Müller, su esposa; y dos más en la calle de Odontología, en la zona de Copilco, en la delegación Coyoacán.

AMLO y La Chingada

La finca La Chingada, la famosa casa de descanso de Andrés Manuel López Obrador, no fue una herencia de sus padres, sino una donación de su hermano Pedro Arturo, así lo reveló un reportaje en 2016 del periodista Andrés Becerril en Excélsior.

En el trabajo del periodista, se constató que el rancho en Palenque, Chiapas fue heredado por el tabasqueño a sus hijos antes de emitir su declaración 3de3 en ese año. Otra vez, simular, evadir y “salvarse”.

La finca de 13 mil 341 metros cuadrados –valuada hoy en más de 25 millones de pesos– se encuentra en una zona comercial, justo enfrente de un gran supermercado  y es descrita por López Obrador como “el manchón de monte alto más importante de la zona baja”.

El presidente López reconoció que ese rancho lo heredó de sus padres en el año 2000, hecho que no se reflejó en sus declaraciones patrimoniales de entre 2000 y 2004, cuando fue jefe de Gobierno del Distrito Federal, según documentos del PRD.

Excélsior tiene copia de la escritura 3945 del 18 de diciembre de 2007 firmada por el notario público número uno de Emiliano Zapata, Tabasco, Luis Mayo Castro, en la que se acredita la propiedad a nombre de Andrés Manuel López Obrador, pero fue el 9 de febrero de 2012 cuando se conoció públicamente que él era el dueño de ese lugar.

La razón por la cual las declaraciones patrimoniales de López Obrador no registraban a La Chingada como propiedad del tabasqueño es sencilla: Andrés Manuel López Obrador no heredó de sus padres la casa de descanso de 13 mil 400 metros cuadrados.

El folio de la propiedad indica que López se hizo de la propiedad a base de donaciones de familiares suyos. La donación de La Chingada es una simulación más de Obrador, quien se reservó “el derecho de usufructo vitalicio”. Es decir, sus hijos no podrán vender, rentar o utilizar la propiedad hasta que él muera. En otras palabras, La Chingada será de López Obrador por el resto de su vida.

Pese a lo anterior, este martes, López Obrador señaló a empresarios regiomontanos que, el nuevo esquema, que implica madurez ciudadana, se basaría en la confianza del Gobierno al contribuyente, por lo que después de que hagan su manifiesto de ingresos, se daría el sorteo para verificar si cumplieron con el pago de impuestos.

¿Qué confianza puede tener el contribuyente en un presidente que oculta su patrimonio?