La violencia que azota la región de Chiapas ha provocado que cerca de seis mil beneficiarios del programa “Sembrando Vida” abandonen el cuidado de sus campos, afectando gravemente las actividades agrícolas en la zona.
A pesar de esta situación, los beneficiarios continúan recibiendo el apoyo económico del programa.
Jorge Aguilar, coordinador territorial del programa “Sembrando Vida” en la Sierra Mariscal, explicó que las actividades agrícolas se han visto paralizadas debido a la violencia que prevalece en la región.
Esto ha tenido un impacto negativo en alrededor de seis mil campesinos en nueve municipios de Chiapas.
Señaló que se han suspendido los trabajos de mantenimiento de los cultivos en 15 mil hectáreas con el fin de proteger la seguridad de los campesinos y sus familias. Sin embargo, los beneficiarios de este programa continúan recibiendo el apoyo económico mensual de seis mil pesos.
La suspensión de actividades afecta a los municipios de Motozintla, El Porvenir, La Grandeza, Siltepec, Mazapa de Madero, Bellavista, Amatenango de la Frontera, Bejucal de Ocampo y Honduras de la Sierra.
Además del abandono de los campos, se han detenido las capacitaciones y las reuniones de intercambio de experiencias entre los beneficiarios del programa federal.
La paralización de las actividades también ha impactado negativamente en las biofábricas de la región, donde se producen fertilizantes orgánicos y microorganismos amigables con el suelo, cultivos y el medio ambiente.
Asimismo, se han detenido las operaciones de cuatro mercados ecológicos que se realizaban cada 15 días en la sierra y que representaban una derrama económica mensual de más de un millón de pesos.
El programa “Sembrando Vida” es uno de los cuatro programas insignia de la Secretaría del Bienestar, que otorga un apoyo mensual de seis mil pesos e insumos como semillas y herramientas a adultos mayores dedicados a la agricultura y que poseen hasta 2.5 hectáreas de tierras cultivables.
En Chiapas, este programa beneficia a 80 mil 719 productores agrícolas que trabajan y cultivan 220 mil hectáreas.
La producción agrícola incluye una amplia variedad de productos, desde café y cacao hasta frutas como aguacate, durazno, limón, guanábana, y más. Además, se cultivan árboles maderables y especias.
A pesar de que los beneficiarios continúan recibiendo el apoyo económico, la violencia en la región ha obligado a algunos de ellos a trasladarse a otros municipios para cobrar sus apoyos, ya que muchas sucursales bancarias en sus comunidades de origen permanecen cerradas debido a la inseguridad.
La disputa entre grupos criminales por el control de la región Sierra de Chiapas se ha acentuado en los últimos meses, generando quemas de vehículos, bloqueos de carreteras, desapariciones y ejecuciones.
Esto ha paralizado la vida social y económica de la Sierra, lo que llevó al envío de elementos del Ejército mexicano y la Guardia Nacional para restaurar el orden en la zona.
A pesar de una disminución reciente en los hechos violentos, muchas actividades económicas siguen detenidas en la región.
Con información de El Sol de México y Diario del Sur
MSA
