Reyes Rodríguez Mondragón, magistrado presidente del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), destacó que la inversión en la justicia, y particularmente en la justicia electoral, es una inversión en las libertades, igualdad, paz social y una democracia inclusiva.
“La justicia electoral se fortalece cuando nuestras decisiones sirven para estabilizar el sistema político, pero también para ampliar los caminos de la justicia hacia la inclusión”, expresó.
En ese sentido, apuntó que tener un Tribunal constitucional en materia electoral es importante no solo para la sociedad, sino también para partidos políticos a quienes se les brinda predictibilidad en la competencia y estabilidad en el sistema político electoral.
“Pero, sobre todo, la justicia electoral tiene un compromiso con la democracia”, agregó.
Durante su participación en el Congreso Internacional “Los retos de la Judicatura”, el jurista dijo que la justicia electoral tiene una relación directa con la utilidad pública o la responsabilidad social.
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Lo anterior, dijo, implica que actores políticos, militantes de partidos, ciudadanos en general, acudan al Tribunal a resolver sus diferencias por vías institucionales y de forma pacífica.
“Desde la justicia electoral y constitucional, proteger la democracia y hacerla funcional se logra garantizando el pluralismo y los derechos humanos, en particular de los grupos históricamente vulnerados y de las personas que han sido discriminadas, así como defendiendo la igualdad de la ciudadanía ante el derecho”, subrayó.
Dijo que el Tribunal Electoral ha demostrado su utilidad pública al ampliar el ejercicio de los derechos político-electorales y garantizando las condiciones constitucionales que definen nuestra democracia.
En América Latina han avanzado intentos por restarle autonomía a los Poderes Judiciales
Por otro lado, Rodríguez Mondragón recordó que en la actualidad el sistema político democrático enfrenta una crisis mundial.
Con base en un estudio internacional, dijo que, en Latinoamérica, apenas el 48 por ciento de la población apoyan a la democracia como régimen político y a la vez hay un creciente apoyo a los sistemas autoritarios.
Además, agregó, en América Latina han avanzado los intentos por restarle autonomía a los Poderes Judiciales.
Consideró que la democracia mexicana es desigual, por lo que requiere instituciones fuertes, en especial de los Tribunales Constitucionales, que son los garantes del orden democrático.
“El papel de la justicia electoral es ser garante de la decisión ciudadana de quienes los representan en los poderes públicos y asegurar la transición pacífica del Poder”, agregó.
Con información de La Crónica y El Financiero
MSA
