Tras la reunión que el pasado martes sostuvieron el presidente Andrés Manuel López Obrador, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, y el empresario Carlos Slim, queda la sensación de que quienes construyeron mal la Línea 12 del Metro serán perdonados.
Dijo López Obrador que Slim y otros empresarios están en la mejor disposición de rehabilitar la Línea 12 del Metro porque no quieren verse involucrados en pleitos y en litigios ni batallar en juzgados: “ellos no quieren eso y nosotros tampoco”, afirmó.
¿Cómo debemos interpretar eso de que ni los constructores ni las autoridades quieren pleito judicial?
Podemos suponer que las empresas que construyeron mal la Línea 12 no serán consideradas penalmente responsables de la muerte de 26 personas como consecuencia del derrumbe de un tramo el pasado 3 de mayo, ni serán sancionadas administrativamente, gracias a su “buena voluntad” para rehabilitar la línea.
El presidente actúa con la misma lógica que Sheinbaum aplicó para zafarse de su eventual responsabilidad en la muerte de 19 personas durante el derrumbe del Colegio Rébsamen en el sismo de septiembre de 2017.
Con ayuda del presidente de la Fundación Barra Mexicana de Abogados, Sheiunbaum operó para que los deudos de las víctimas solo exigieran la reparación del daño sin profundizar en la exigencia de castigo para todos los que tuvieron algún grado de responsabilidad en esa tragedia.
De acuerdo con el informe preliminar de la empresa noruega DNV, la caída del tramo de la Línea 12 cerca de la estación Olivos se debió a fallas en la construcción, como pernos mal utilizados, soldaduras deficientes y discrepancias entre el diseño y la ejecución de la obra, entre otras.
A través de las fotografías de la zona del desastre, DNV documentó cómo algunas trabes de la Línea 12 carecían de los pernos necesarios de acuerdo con el diseño de la obra.
Con este primer informe queda clara la responsabilidad de las constructoras ICA, Carso y Alstom en la tragedia del pasado 3 de mayo, que enlutó 26 hogares capitalinos y provocó lesiones a poco más de 80 personas.
Si el tramo de la Línea 12 se cayó porque estaba mal construida, los responsables de esa mala construcción deben responder penalmente por la muerte de 26 personas, producto de su negligencia.
Pero por lo observado hace dos días, los responsables de construir mal la Línea 12 no serán molestados ni con el pétalo de una declaración ante el Ministerio Público.
Todo quedará en el compromiso de los dueños de las constructoras de volver a poner en funcionamiento la Línea 12, un gesto de buena voluntad que les deberemos agradecer los capitalinos, como si nos fueran a hacer un favor.
OFF THE RECORD
**CAE OTRA CABEZA
Ayer rodó la cabeza de Gabriel García Hernández, quien renunció a la Coordinación General de Programas para el Desarrollo del gobierno federal.
La renuncia de quien coordinaba a los “Servidores de la Nación” confirma que el verdadero objetivo de este ejército es la operación electoral.
Y que, por más que se esforzó, por más que repartió a los chalecos guinda por todos lados, Gabriel le falló al presidente.
Sigue el recuento de daños.
**NARCOELECCIONES
Crecen los señalamientos en el sentido de que el narco operó para que Morena ganara las elecciones de gobernador en todo el Pacífico.
A las denuncias hechas en Sinaloa, se suma la que hizo pública ayer el gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles.
De que el río suena, agua lleva.
twitter:@pepecontreras_m
