El aniversario 81 del PAN prácticamente coincidió –aunque en política no hay coincidencias– con el regreso a la vida política de quien llevara a este partido al despeñadero en el 2018: Ricardo Anaya Cortés.
¿Tienen algo qué celebrar los panistas? ¿Es tal la escasez de liderazgos en el PAN, que al partido no le queda otra que reciclar a quien en 2018 arrastró a ese instituto a su peor debacle electoral desde que hay alternancia en el país?
Entre 2015 y 2017, Ricardo Anaya se dedicó a aniquilar a sus adversarios internos y utilizó el cargo de presidente del CEN del PAN como plataforma de lanzamiento de su candidatura presidencial.
Muchos analistas consideran que por su comportamiento de aquellos años, Anaya es el Roberto Madrazo del PAN, en alusión a la forma en que, en la sucesión del 2006, Madrazo se adueñó del PRI y desde la dirigencia nacional construyó su candidatura presidencial con mucha pena y nula gloria.
Solo que hay una pequeña diferencia: luego del papel vergonzoso desempeñado en las elecciones del 2006, Madrazo desapareció para siempre de la vida política; su grupo compacto se esfumó y otros liderazgos tomaron las riendas del PRI, al grado de que este partido recuperó la Presidencia de la República seis años después.
En cambio, Anaya, quien quedó en segundo lugar pero superado por más del doble de votos por Andrés Manuel López Obrador, no solo no asumió el costo político de la debacle electoral del PAN, sino que todavía se dio el lujo de dejar la dirigencia nacional encargada primero en Damián Zepeda y luego en Marko Cortés.
A diferencia de lo que ocurrió con Madrazo en el PRI, el grupo compacto de Anaya sigue vivito y coleando. Gentes muy cercanas al queretano ocupan importantes carteras en el CEN: aún tiene control sobre un sector del Consejo Nacional y mantiene un pacto político con algunos gobernadores.
Ricardo Anaya es el candidato presidencial panista que menos votos ha obtenido desde el 2000, cuando Vicente Fox ganó la Presidencia de la República.
Incluso, en el 2012, Josefina Vázquez Mota obtuvo más votos que Anaya –el 25.39 por ciento— a pesar de en el caso del queretano, el PAN compitió aliado con otros dos partidos: el PRD y MC.
Ese mal resultado de Anaya fue el corolario de todo un largo proceso interno que empezó con la jugarreta negarle a Margarita Zavala una diputación plurinominal en el 2015. Desde ese momento se hizo evidente la intención de frenarla.
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En los años siguientes, el otrora ‘Joven Maravilla’ utilizó el cargo de dirigente nacional para construir su propia candidatura presidencial. Se agandalló miles de spots institucionales para promover su imagen y a la hora de las definiciones, operó para volver a aplastar, ahora de manera definitiva, a Margarita.
La actitud de Anaya provocó un rompimiento histórico dentro del PAN, que llevó a la salida de ese partido de la propia Margarita en 2017 y un año más tarde del ex presidente Felipe Calderón.
Muchos ex militantes de base del PAN están ahora involucrados en el proyecto del partido México Libre, que aún lucha por obtener su registro.
Anaya casi mata el PAN pero él no sufrió ni un rasguño. Se apartó de los reflectores dos años y ahora simplemente regresó a su partido, con la mesa puesta para construir una nueva candidatura presidencial.
Insistimos: ¿Tiene algo qué celebrar el PAN?
OFF THE RECORD
**RIDÍCULO EN LA ONU
De pena ajena, la participación del presidente Andrés Manuel López Obrador ante la Asamblea General de la ONU.
Usar la máxima tribuna internacional para hablar de una frivolidad como la falsa rifa del avión presidencial debió hacer bostezar a más de un jefe de Estado.
Pero esos mismos estadistas seguramente despertaron y levantaron las cejas cuando López Obrador exaltó la figura de Benito Mussolini, el padre del fascismo.
**AVALAN A YEIDCKOL
El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación validó ayer la candidatura de Yeidckol Polevnsky para la Presidencia del CEN de Morena.
Yeidckol tenía en su contra cuatro impugnaciones, en las cuales se argumentaba que su candidatura violaba los Estatutos de Morena.
Pero el Tribunal verificó que no había tal violación y confirmó la candidatura.
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