A raíz de los hechos de violencia registrados en Iguala, Guerrero, el 26 de septiembre del 2014, la frase “nos faltan 43” se convirtió en una consigna y también en una especie de eslogan, que algunos actores suelen usar con motivos políticos.
La frase hace alusión a la desaparición de 43 estudiantes de la Normal Raúl Isidro Burgos, de Ayotzinapa, a manos de elementos de las policías municipales de Iguala, de Cocula y de integrantes del crimen organizado.
La atención nacional y mundial se centró en el caso de los estudiantes de Ayotzinapa, cuyos familiares merecen, por supuesto, conocer su paradero.
Pero el fenómeno de los desaparecidos supera con mucho al drama específico de Iguala. De acuerdo con cifras de la organización civil México Evalúa, al 18 de agosto de este 2020 se tiene el registro de 74 mil 694 personas desaparecidas.
Además, del 2006, año en que se inició la guerra frontal contra el crimen organizado, han sido encontradas tres mil 978 fosas clandestinas, de las que se han exhumado seis mil 625 cuerpos.
Estas cifras fueron dadas a conocer durante la Mesa de Análisis #PuntoporPunto, realizada de manera virtual el pasado lunes a instancias de México Evalúa y la Fundación Frederich Naumann.
La cifra de desparecidos expresada en este foro, en el que participaron la titular de la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas, Karla Quintana, especialistas en desaparición forzada y dos fiscales especiales estatales, es reveladora.
La cifra nos indica que en lo que va del gobierno de Andrés Manuel López Obrador han desaparecido 13 mil 57 personas, toda vez que el 7 de enero del 2019, el subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Encinas, dio a conocer que hasta el último día del 2018 había oficialmente 6 mil 637 desaparecidos.
Lo anterior revela que en lo que va del actual sexenio se han registrado 657 desapariciones en promedio por mes, más del doble de las 291 desapariciones registradas por mes durante el gobierno de Enrique Peña Nieto.
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El pasado 23 de octubre, el presidente López Obrador se comprometió públicamente “a hacer todo lo humanamente posible” por dar con el paradero de los miles de desaparecidos.
Sin embargo, aún hay una maraña burocrática que dificulta la búsqueda, lo que lleva a que sean las organizaciones sociales las que más se involucren en esa tarea.
Durante el foro del pasado lunes, Jacobo Dayán, especialista en justicia transicional y derechos humanos, resumió la situación así: “No tenemos un sistema ni de justicia ni de reparación, ni de verdad ni de búsqueda. Tenemos un pegote de instituciones ordinarias que tardarán años en funcionar, con dos sistemas extraordinarios que hoy operan mal: el Sistema Nacional de Atención a Víctimas y el Sistema Nacional de Búsqueda”.
Y sí. La muy mediatizada desaparición de 43 normalistas de Ayotzinapa representa una tragedia nacional y 43 tragedias particulares. Pero para entender de manera completa el fenómeno de los desaparecidos en México, hay que multiplicar ese drama de Iguala por 74 mil.
OFF THE RECORD
*MORENISTAS SIN BRÚJULA
Desde el martes por la tarde, varios diputados federales de Morena pidieron enlistar en el orden del día de la sesión de la Comisión Permanente de ayer varios exhortos para que el gobernador de Querétaro, Francisco Domínguez, se separe del cargo a fin de que sea investigado por los malos pasos de quien era su secretario privado.
Lejos estaban de imaginar, estos diputados, que el principal defensor de Domínguez sería el presidente de la República, quien con todo y su cara larga que se viralizó, llamó a “No hacer juicios sumarios; no debe de haber linchamientos políticos”.
Su declaración se escuchó fuerte en San Lázaro.
CUNDE EL MAL EJEMPLO
Hace unos días, el Congreso de Tabasco aprobó reformas para que prohibir la venta de productos chatarra a menores de edad.
Y ayer, un diputado de Morena presentó una iniciativa similar en el Congreso de la Ciudad de México.
Cunde el mal ejemplo de Oaxaca, a pesar de que las legislaturas estatales no tienen facultades para legislar en materia de comercio.
¿En serio no hay cosas más importantes para desahogar en los congresos?
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