Este viernes, un niño de sexto año de primaria, del Colegio Cervantes, en Torreón, Coahuila, asesinó a su maestra, hirió a seis personas y después de quitó la vida. Sin duda, una tragedia que estremeció a México.

Sin embargo, esto solo es un reflejo de la normalización de la violencia que hoy tiene atrapada al país, sobre todo en los últimos 14 años, con el inició de la guerra contra el narcotráfico.

En los últimos tiempos, se ha vuelto más común ver a niños y adolescentes en las garras del crimen organizado. Tal y como sucedió con un grupo de menores que fueron detenidos en el alcaldía Tláhuac, con una mujer presuntamente secuestrada, y que eran cómplices de Alexis “N”, hijo de “El Ojos”, ex líder del Cártel de Tláhuac.

Alexis “N” solo tiene 14 años, mientras que Brandon ha cumplido 17; Yael, también, 17, Isaac, 16, y Jesús, igual, 17.

Infantes mexicanos idolatran a delincuentes

Otro problema que viene de la mano con esta ola de violencia que afecta a México, es que los infantes y jóvenes ya no ven a los delincuentes como la “gente mala” de la sociedad, ahora los idolatran. Incluso, en algunas regiones del país “sueñan” con ser como ellos.

En ese sentido, tras el bochornoso episodio donde el gobierno federal atrapó y liberó a Ovidio Guzmán López —hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán—, muchos padres decidieron disfrazar a sus hijos como el apodado “Ratón”. Otro punto que refleja, cómo la violencia ya es algo tan común, que como sociedad, muchas veces no discernimos entre lo que está bien y está mal.