Norberto Rivera y sus friegas de marihuana

A propósito del anuncio del presidente Enrique Peña en materia de drogas, viene a cuenta preguntar, ¿qué opinará al respecto la iglesia católica?

Y es que, más allá de la postura oficial de la institución, es sabido que algunos sacerdotes –de alto calado–, utilizan la marihuana en alguna de sus presentaciones.

Ya sea en pomada o en alcohol, algunos personajes de la iglesia recurren a friegas de marihuana para aliviar sus dolencias.

Uno de ellos es el obispo de Celaya, Benjamín Castillo Plascencia, quien sin empacho cuenta que ha usado la marihuana –mezclada con alcohol–, para curar sus dolores.

Además, en entrevista con La Otra Opinión, el exdiputado federal por el PRD, Fernando Belaunzarán comentó que incluso el cardenal Norberto Rivera Carrera es afecto a la plantita.

Acaso por eso, en 2015, el mismo Belaunzarán cuestionó –e ironizó– a través de las redes sociales, si la Cofepris “actuará en contra de Norberto Rivera por usar marihuana medicinal, con todo y el satanizado THC”.

Y es que, en declaraciones –recabadas por SIPSE–, el Cardenal Rivera dijo –en diciembre de 2015–, “yo les puedo decir que desde chico conocí esa situación, sobre todo cuando uno trabajaba mucho o caminaba mucho y llegaba muy cansado pues le daban a uno su friega de marihuana con alcohol, bueno, su friega en el sentido correcto no en el que están pensando ustedes… nunca lo vio nadie como nada fuera de orden”.

En esa lógica, en la editorial del Semanario Desde la Fe, la Arquidiócesis de México advirtió que la legalización de la marihuana desataría un problema de salud pública por su consumo, no obstante enfatizó que la regularización del consumo contribuiría a la disminución de la violencia causada por el narcotráfico y al peligro que enfrentan los consumidores.

A su vez, en otra ocasión, el cardenal Norberto Rivera aseguró que regular el uso de la marihuana sería legalizar problemas. Pero advirtió, además, que la buena regularización del estupefaciente –o uso medicinal– podría tener consecuencias benéficas a pesar de que “esconde un drama humano y una problemática social que no podemos ignorar”.

Los mal pensados seguramente dirán que el cardenal Rivera se consiente con porritos de marihuana. Después de todo, en 2011, la Arquidiócesis de México reprobó la detención de la prima de Norberto Rivera –María Cabrera Rivera–, quien fue acusada de trasladar marihuana en su vehículo. En aquella ocasión, la Arquidiócesis condenó los hechos y señaló que las autoridades y los medios de comunicación habrían actuado con dolo para denigrar la imagen del cardenal y la de su familia.