EPN y las drogas… el destino nos alcanzó

En la presentación de las conclusiones del Debate Nacional sobre el uso de la marihuana –en las instalaciones de la secretaría de Salud–, el presidente Enrique Peña Nieto reconoció y agradeció a todos los académicos, ciudadanos, científicos, y legisladores que participaron en la discusión de la política antidrogas vigente en México.
En esa lógica, el presidente destacó que entre los argumentos recurrentes en los foros destacaron cinco:
  1. La necesidad de atender el tema de las drogas desde la perspectiva de derechos humanos.
  2. El consumo de marihuana debe atenderse desde óptica de salud pública.
  3. No se debe criminalizar a los consumidores; se debe prevenir.
  4. Se deben reforzar las acciones para prevenir el consumo de drogas en niños y jóvenes.
  5. Se debe facilitar el acceso a sustancias controladas para fines terapéuticos e investigación científica.

En esta lógica, Peña Nieto firmó –y envió al Senado– una iniciativa de reforma a la Ley General de Salud y al Código Penal Federal que permitirá:

  1. Autorizar el uso de medicamentos elaborados a base de marihuana y/o sus ingredientes antiguos. Es decir, avalar el registro de medicamentos con marhuana y/o THC; así como su importación. Los productos elaborados con extracto de cannabis, como el resto de los medicamentos, estarían sujetos a estrictos estándares sanitarios.
  2. La reforma también prevé autorizar la investigación científica con productos que contengan mariguana y sus ingredientes activos.
  3. La reforma hará a un lado la criminalización del consumo de drogas por lo que se permitirá la posesión de hasta 28 gramos de marihuana. Es decir, que quedarán libres todos aquellos que se encuentran presos por portar menos de 28 gramos de mariguana.

El presidente explicó que su iniciativa pretende acabar con la injusticia que enfrentan, por un lado, los pacientes que sufren algún tipo de epilepsia y no tienen acceso a productos terapéuticos elaborados con marihuana; y por otro lado, la injusticia que padecen las personas –sobre todo mujeres–, que purgan condenas desproporcionadas por portación de marihuana.

Enrique Peña insistió que su gobierno se encargará de consolidar el esfuerzo institucional en favor de la prevención de adicciones para dejar atrás la política prohibicionista y punitiva contra las drogas.

Finalmente, Enrique Peña admitió que México no puede ser ajeno al cambio de enfoque global en materia de drogas. Es decir, que no es posible que nuestro país continúe con esquemas punitivos, mientras en el resto del mundo crece la tendencia a tratar las drogas como un problema de salud pública y no uno en que se criminaliza a los consumidores.

Es decir, que el destino nos alcanzó.