No mejora

Especial

Ya tenemos los datos de producción de petróleo de diciembre, y completamos con ello 2019. En ese mes se produjeron 1.712 millones de barriles diarios (mbd), con lo que el promedio durante el año fue de 1.679 mbd, un poco por debajo de la última estimación de Pemex, que era de 1.707. No parece mucho, pero ésa fue la última oferta, después de haber reducido su objetivo un par de veces durante el año.

Este resultado confirma que la probabilidad de que durante 2020 se promedie una producción de 1.85 mbd es muy reducida. Más cuando uno recuerda que hemos perdido producción en cada uno de los últimos 15 años. El mejor resultado en esos tres lustros ocurrió en 2012, cuando nada más hubo una caída de 5 mil bd. El promedio de pérdida anual en ese lapso es de 114 mil bd, y en 2019 fue de 135 mil. Es decir, el año pasado no fue muy diferente de los catorce previos.

En comparación con 2018, hay un incremento de producción en tres campos grandes: Ku, Ayatsil y Onel, con 2, 27 y 19 mil bd, respectivamente. A cambio, tenemos caídas en los otros seis: Akal (7), Maloob (40), Zaap (13), Homol (3), Xux (14), y Xanab (63). También en promedio anual, el resto de los Campos tiene una pérdida de más de 40 mil barriles diarios.

Sin embargo, es importante enfatizar que toda la caída ocurre durante la primera mitad del año, mientras que en el segundo semestre se ha mantenido la producción. Así, si en lugar de comparar el promedio anual, vemos los datos de diciembre de 2019 contra 2018, podemos medir mejor el esfuerzo de la actual administración y, por lo tanto, estimar de forma más adecuada lo que se puede esperar en 2020.

En esa comparación, otra vez son tres campos grandes con incremento: Ayatsil, con 19 mil bd, Onel, con 18 mil, y Xanab, con casi 36 mil. La caída de los otros seis lleva el neto de los grandes a apenas 15 mil de incremento, que se convierten en sólo dos cuando se resta la caída de 13 mil en todos los demás. Como sea, estos dos mil barriles diarios son el primer dato positivo desde enero de 2016. Pero es tan pequeño el incremento que si restamos lo que aportan los privados, resulta que Pemex sigue reportando caídas.

Para que usted mismo evalúe las posibilidades que se tienen a futuro, permítame mostrarle el comportamiento de los campos. El más grande, Maloob, produjo 432 mil bd en 2018, y 393 mil en 2019, una caída de 40 mil. Zaap, el segundo, pasó de 297 a 285 mil. Ku logró un pequeño incremento, pasando de 82 a 84 mil bd. Akal, el antiguo Cantarell, cayó de 50 a 43 mil.

En el segundo grupo, Homol cae de 46 a 43 mil, y Xux, de 66 a 52 mil. Los que crecen son Ayatsil, de 49 a 72, y Onel, de 50 a 69 mil. Caso especial es Xanab, que se llenó de agua hace un par de años, y pasó de producir 175 mil a apenas 25 mil, y ahora se ha logrado recuperar parcialmente. Los últimos dos meses ha estado en 75 mil, y no está claro cuánto más pueda aportar. Como antes le decía, el resto de los campos tiene una caída de 50 mil bd, si descontamos el incremento de producción de los privados.

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En 2019, con todos los esfuerzos, Pemex logró apenas sostener la producción. No cumplió sus metas, a pesar de tener a Maloob bajo presión (literalmente). No se ve de dónde podrían añadir los cien o doscientos mil barriles que prometieron para este año. Y de eso depende todo el proyecto presidencial.