El Grupo de Acción Política (GAP), al que pertenece la secretaria de Educación Pública, Delfina Gómez, y que está apadrinado por el cacique de Texcoco, Higinio Martínez, quedó muy debilitado tras las elecciones del pasado seis de junio.
El GAP de Morena fue derrotado en los municipios más importantes de la entidad, como Naucalpan, Metepec, Tlalnepantla, Cuautitlán, Lerma, Toluca y otros, en donde Higinio impuso a los respectivos candidatos.
El desastroso resultado obtenido por el cacique de Texcoco provocó una reconfiguración de la estructura de Morena en el estado de México, en la cual destaca el surgimiento de un liderazgo emergente en la persona de la dirigente estatal y diputada electa, Luz María Hernández.
En su calidad de secretaria general en funciones de presidenta, Luz María Hernández ha recorrido todos los municipios del estado, conociendo a la militancia de Morena, a pesar de las trabas que la ha impuesto Higinio Martínez.
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El cacique de Texcoco aspiraba a fortalecer a su grupo en las pasadas elecciones con la mira de posicionarse él mismo como posible candidato de Morena al gobierno del estado en el 2023, incluso por encima de Delfina Gómez.
Pero las urnas dijeron otra cosa.
La imposición de sus candidatos en los municipios más importantes y en varios distritos, dejó como consecuencia un desánimo en las bases morenitas, que se tradujo en derrotas demoledoras.
En algunos espacios de análisis se comenta que el presidente Andrés Manuel López Obrador culpa a Higinio de la caída electoral de Morena en el estado de México y que el dirigente nacional, Mario Delgado, ya no le toma la llamada.
Esto lleva a que la titular de la SEP, Delfina Gómez, no tenga asegurada la candidatura para el 2023, pues su vida política depende al cien por ciento de Higinio Martínez.
La instalación de la próxima legislatura del Congreso mexiquense, en donde Morena ya no tendrá el control que ahora tiene, verá surgir nuevos liderazgos en este partido, que influirán en la sucesión gubernamental que tendrá lugar dentro de dos años.
