¿Modelos estadísticos para medir la pandemia están mal?

Para el experto Arturo Erdely el modelo centinela ya no es eficaz a la hora de pronosticar eventos futuros sobre la pandemia

Modelos
Especial

En los últimos días los cálculos que ha hecho el gobierno mexicano para registrar los casos y muertes por coronavirus en México han sido puestos en tela de juicio, ya que diversos trabajos periodísticos internacionales detallaron que se están ocultando datos.

Respecto a lo anterior, Arturo Erdely, actuario y doctor en Ciencias Matemáticas por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), publicó un texto en el diario Reforma titulado “Todos los modelos están mal”, 09/05/20, donde cuestiona las mediciones hechas por la Secretaría de Salud (SSa) ante la pandemia.

Erdely señala que el modelo centinela puede resultar efectivo para registrar casos que ya sucedieron, pero se vuelve ineficaz a la hora de pronosticar eventos futuros, en este caso el descenso de la curva epidémica.

Asimismo, las estimaciones que ha diario presenta el subsecretario de Salud Hugo López-Gatell presentan falencias que no reflejan el número real de casos de COVID-19 en nuestro país, mucho menos el dato total de defunciones; pues todo lo siguen actualizando con el dichoso modelo centinela.

“Pero el tipo de modelos matemáticos que se utilizan para proyectar epidemias son muy sensibles a la nueva información con que se van a alimentando, y sobre la marcha van arrojando nuevas estimaciones de fechas de pico y severidades, no hay forma de calcularlo de forma exacta e inamovible”, destacó el experto.

Otro punto a considerar, es que el 8 de mayo no podría ser la fecha exacta para prever le pico máximo de la pendemia en México, dado que los datos no se analizan como debe se ser.

“Tenemos evidencia de que el ansiado descenso de la curva epidémica no es necesariamente tan rápido como el ascenso.

“Por ello es que ‘todos los modelos están en mal, pero algunos son útiles’, en este caso, para medir constantemente el pulso cambiante de una epidemia, que depende mucho de las buenas y malas decisiones, tanto de las autoridades de salud, como de la propia ciudadanía“, concluye Erdely.

Con información de Reforma