De acuerdo con una encuesta realizada por CNN después del debate de este domingo entre Hillary Clinton y Donald Trump, 57 por ciento de los estadounidenses consideran que la candidata del Partido Demócrata se llevó el triunfo. Sin embargo, para Clinton la victoria no es absoluta, pues varios analistas coinciden en que desaprovechó la oportunidad de explotar los escándalos fiscales y sexuales de su oponente y mandarlo a la lona de forma casi definitiva.
En este sentido, Trump también obtuvo una pequeña victoria al no salir tan mal parado de un evento que amenazaba con echar por tierra sus aspiraciones presidenciales.
Con todo, Clinton consiguió poner el marcador de los debates 2 a 0 a su favor. Y tras los escándalos, la popularidad de Trump en las encuestas de intención del voto podría desplomarse y en México esto podría beneficiar principalmente a dos políticos: el secretario de Hacienda, José Antonio Meade y la aspirante a la candidatura presidencial del PAN en 2018, Margarita Zavala.
Tras el debate y el videoescándalo de Trump del fin de semana, el peso registró una recuperación de casi 40 centavos respecto al dólar, con lo cual fue la moneda con mejor comportamiento a nivel mundial. Esto no sólo es una buena noticia para la economía nacional; también lo es para José Antonio Meade, quien hoy en día tiene que lidiar con el endeudamiento y la presión de gobiernos locales y partidos a causa de los recortes presupuestales.
Pero más allá de esto, hay quien ve la desgracia de Trump como un posible empujón para una candidatura de Meade en 2018. Pablo Hiriart —columnista de El Financiero— destaca que tras su salida de Sedesol y su llegada a la Secretaría de Hacienda, Meade tiene un rol más protagónico en el gobierno y recibe mayor cobertura mediática.
Hiriart apunta que si a lo anterior se le suma una derrota de Trump en Estados Unidos y un consiguiente repunte de la Economía, Meade podría ganar en popularidad y competir con el más adelantado de los presidenciables priistas: Miguel Ángel Osorio Chong. Asimismo, destaca que al no ser militante priista, Meade podría ser justo lo que el tricolor necesita —algo así como un candidato ciudadano respaldado por el PRI, tal como Mancera pretende construir su candidatura con el apoyo de los partidos de izquierda—.
Pero si Meade bien podría estar celebrando la derrota de Trump, Margarita Zavala podría festejar por un triunfo de Hillary Clinton, pues si la demócrata se convierte en presidenta de Estados Unidos, la panista podría colocarse como la mejor opción para abanderar al blanquiazul. La propia Zavala ha declarado —citando a Clinton— que “cuando una barrera cae en cualquier lado, eso le abre el camino a todos”. Y si al tirar la barrera de los estereotipos de género se abren las puertas de la Casa Blanca para Hillary Clinton, las de Los Pinos podrían abrirse para Margarita.
¿Será que el impulso de la victoria de Clinton o de la caída de Trump podrían poner cara a cara a Zavala y a Meade en la contienda electoral de 2018?
