El 19 de noviembre se estableció como el Día Internacional del Hombre y nació por iniciativa del Comité Internacional del Hombre, en Trinidad y Tobago, con el fin de destacar el rol positivo y las contribuciones del género masculino a la sociedad.
La celebración de dicho día tiene como objetivos: Promover modelos masculinos positivos, reconocer las contribuciones positivas de los hombres a la sociedad, centrarse en la salud y el bienestar social, emocional, físico y espiritual de los hombres.
Igualmente poner de relieve la discriminación contra los hombres que ejercen el cuidado, buen trato y promueven prácticas y relaciones igualitarias libres de violencia hacia las mujeres y otras poblaciones y mejorar las relaciones de género promoviendo la igualdad de género.
Pero qué significado tiene “lo masculino” en una sociedad como la nuestra en donde ser hombre esta el relación directa con el machismo?
Según diversos autores, el significado de “lo masculino” tiene una construcción social, por lo que se modifica en consonancia con los cambios culturales, ideológicos, económicos e incluso jurídicos de cada sociedad, en una época.
Existen diferentes tipos de masculinidades, siendo las que predominan en nuestra sociedad “la masculinidad machista”, que se caracteriza por una serie de comportamientos estereotipados de supremacía masculina, dominio y control, cuyas manifestaciones pueden ser sutiles, como sugerir la comida o vestimenta de la pareja , o extremos, como forzar a otra persona —a través de algún tipo de violencia— a realizar conductas no deseadas justificando de cualquier forma la agresión.
Por su parte, la “masculinidad hegemónica”, se caracterizan por ser personas importantes, independientes, autónomas, activas, productivas, y a nivel familiar proveedoras y con un amplio control sobre sus emociones.
Por fortuna los cambios que se viven en nuestra sociedad por el ingreso de las mujeres en el mercado laboral, cada vez mas hombres están dispuestos a analizar y elegir otras conductas y actitudes nuevas, eligiendo establecer relaciones igualitarias y libres de violencia.
Igualmente reconociendo y dándole un valor a esa parte sensible y cariñosa —la parte de lo femenino que todo ser humano tiene en su ser ——, sin por ello sentirse devaluado o menospreciado.
De ahí que actualmente haya hombres con la posibilidad de elegir cómo relacionarse con otros; reconociendo que la relación no debe ser necesariamente violenta ni implicar atracción sexual; respetar el derecho a definir la preferencia sexual; asumir que los hombres tienen derecho a experimentar los mismos sentimientos que las mujeres y de igual forma evaluar positivamente la amistad entre hombres.
Igualmente poder disfrutar del acercamiento afectivo con los hijos, al cambiarles los pañales, darles el biberón y jugar con su bebé.
Las nuevas generaciones de hombres se encuentran construyendo una nueva forma de vivir la masculinidad más igualitaria y sin violencia pero todavía falta mucho por alcanzar.
