¿Mano de Velasco en la “rebelión Verde” de Chiapas?

Este fin de semana, líder local del Partido Verde en Chiapas y diputado del Congreso estatal, Eduardo Ramírez Aguilar, renunció a su militancia acusando una “imposición” del PRI en la candidatura por el gobierno estatal.

Con Ramírez Aguilar, renunciaron otros 13 de los 16 diputados locales del PVEM, también a causa de la imposición del priista, Roberto Albores Gleason como candidato a la gubernatura.

Y puede que razón no les falte.

Chiapas es el bastión del Partido Verde. Allí, el partido ganó su primera gubernatura postulando a un candidato propio: el actual mandatario, Manuel Velasco.

Por eso, ni a Velasco ni a la militancia del Verde en Chiapas parece haberle agradado la imposición de un candidato priista. Y menos tratándose de Roberto Albores, senador que en mayo pasado se vio envuelto en un escándalo por amenazar a beneficiarias del programa Prospera con retirarles el apoyo en caso de no acudir como “acarreadas” a su informe de labores.

Pero es imposible imaginar una revuelta como la armada por los militantes del PVEM en Chiapas sin la anuencia de Velasco.

Eduardo Ramírez Aguilar, el líder de la “rebelión Verde” en Chiapas, es amigo de la infancia del gobernador Velasco. Fue su Secretario General de Gobierno, y se perfilaba como candidato del Verde al gobierno estatal, con el impulso del propio Velasco.

Sin embargo, la dirigencia nacional del PVEM cedió la candidatura al PRI.

Hay que recordar que antes de refrendar su alianza con el tricolor de cara a 2018, el Verde amagó con romper con el PRI, y con vender sus siglas a los partidos que ahora conforman la coalición “Por México al Frente”.

Nadie compró las siglas del partido del Tucán, que se vio obligado a entregar su bastión al PRI.

Ahora, la “rebelión Verde” en Chiapas parece una respuesta no sólo a las imposiciones del PRI, sino al juego político de Manuel Velasco, que en algún momento hasta fue “presidenciable”.