En repetidas ocasiones, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha dicho que no es un florero y que no está pintado. Pero lo que sí es un hecho es que le encantan los floreros, como lo demuestra el hecho de que varios integrantes de su gabinete y de su círculo cercano están de adorno.
Aquí, un listado de cinco integrantes del gabinete de López Obrador que cumplen la función de floreros, pues las decisiones que les competen las toman otros.
1.- Olga Sánchez Cordero.
Entre sus funciones como secretaria de Gobernación está la operación política para tender puentes de entendimiento entre el gobierno, la oposición y otros actores políticos y sociales. Pero en los hechos, esta función la desempeñan el canciller Marcelo Ebrard y el consejero jurídico de la Presidencia, Julio Scherer Ibarra.
2.- Jorge Alcocer Varela.
Es evidente que las decisiones importantes relacionadas con la Secretaría de Salud no las toma su titular, Jorge Alcocer, sino el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell. Es López-Gatell quien maneja la estrategia para enfrentar la pandemia del Cóvid-19, quien controla la Cofepris y quien lleva la voz cantante en la fallida compra de medicamento.
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3.- Delfina Gómez Álvarez.
La secretaria de Educación Pública solo está de adorno, pues las decisiones de relevancia las toma y las anuncia directamente el presidente de la República. Delfina no controla ni la elaboración de los libros de texto, tarea en la que hace lo que quiere el intocable director general de Materiales Educativos de la SEP, Max Arriaga.
4.- Rosa Icela Rodríguez.
Quien fuera niñera de los hijos de López Obrador está de adorno en la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana. El “combate” contra la delincuencia organizada lo lleva la Sedena a través de la Guardia Nacional. El papel de Rosa Icela ha sido reducido por el propio presidente a coordinar la vacunación en puebla y a organizar los “tianguis del bienestar”.
5.- Javier May Rodríguez.
Un florero más en el gabinete es el secretario del Bienestar, cuyas funciones están limitadas a administrar la dependencia. El manejo de los programas sociales se da desde Palacio Nacional a través del jefe de súper delegados, Carlos Torres Rosas. Javier May solo contrata a los “siervos de la nación”, pero no los coordina.
6.- Claudia Sheinbaum.
Aunque la jefa de Gobierno de la Ciudad de México no forma parte del gabinete de López Obrador, se comporta como si lo fuera. A partir de la tragedia de la Línea 12 del Metro, e papel de Sheinbaum quedó reducido al de una regenta, que solo se encarga de ejecutar las instrucciones que salen de Palacio Nacional.
