Ante la pandemia de coronavirus y el confinamiento decretado por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, como protocolo sanitario para evitar la propagación del virus, miles de empleos se han quedado varados y comercios han tenido que cerrar.
Por ello, los mexicanos viven en un contexto de incertidumbre, la mayoría de ellos por no poder solventar sus gastos y otros por posibilidades de perder sus fuentes de ingresos.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el 40% de los mexicanos esperaba una mejora económica familiar en el lapso de un año. Sólo 18% prevé un deterioro y el resto prevía estabilidad (mismos datos están disponibles en Oraculus.mx).
Cabe resaltar que el pesimismo va en aumento entre la población mexicana, al pensar en las probabilidades de que haya desabasto de medicamentos y alimentos, así como la falta de atención médica de calidad.
Ante dicha situación social, el Jefe del Ejecutivo federal mantiene en marcha el proyecto de la refinería de Dos Bocas en su estado natal Tabasco, la creación del aeropuerto de Santa Lucía y la construcción del Tren Maya.
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Tal parece que a la 4T, no le interesa priorizar un rescate económico urgente ante el golpe duro que está dejando la pandemia del Covid-19.
