Andrés Manuel López Obrador, más allá de ser el presidente de México, ha sido un personaje político muy polémico, marcado principalmente por los fraudes electorales que según él, le arrebataron la presidencia en dos ocasiones.
Fiel adversario de la derecha, crítico de las políticas neoliberales, enemigo de los “fifís”, amante de lo austero y enemigo de la “corrupción”, así es, Obrador, el tabasqueño con discursos pausados pero con un hermano corrupto, manchando la investidura política de AMLO y afirmando que aún impera la impunidad en nuestro país.
Tras ser exhibido un video en el cual se aprecia a Pío López Obrador, recibiendo dinero de parte de David Eduardo León Romero, quien sería titular de la nueva empresa del Estado que distribuirá medicamentos, equipo médico y vacunas a toda la República, evidenciando la corruptela en las esferas políticas de Morena y AMLO.
Esto nos hace recordar algo similar en el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, quien en seis años (los mismos de su hermano en la Presidencia) acumuló una inmensa fortuna.
Símbolo de corrupción durante el gobierno que prometió llevar a México al Primer Mundo, Raúl Salinas de Gortari se ganó el sobrenombre de “El Hermano Incómodo” el 21 de noviembre de 1994, cuando en su número 942 Proceso publicó por primera vez el recuento pormenorizado de las andanzas, negocios, tráfico de influencias y riquezas del primogénito de una dinastía que encumbró a Carlos Salinas en la Presidencia de la República.
Han pasado más de dos décadas de aquel suceso; Encarcelado en el sexenio de Ernesto Zedillo, aparentemente más por un afán de venganza que por uno de justicia, y liberado por Vicente Fox Quezada, “El Hermano Incómodo” vuelve a ser noticia ahora, en el sexenio de Obrador.
Sin duda alguna AMLO será recordado por dos pandemias que no pudo controlar, la de la COVID-19 y la corrupción.
Ahora, ¿Quién podrá salvar a AMLO? ¿Lozoya?
