Los Guaruras de Obrador, ¿no que no?

Durante años, el señor Andrés Manuel López Obrador ha dicho que vive de forma modesta, que lo hace como cualquier otro ciudadano y que no tiene protección especial.

Y es que, según el señor López Obrador, nada debe y nada teme.

Sin embargo, este martes quedó expuesta la mentira del tabasqueño. Una más.

Resulta que en un acto público en la ciudad fronteriza de Tijuana –en Baja California–, López Obrador llegó en medio de gritos y reclamos contra el empresario Jaime Bonilla Valdez, quien es el dirigente estatal de la Morena.

Bonilla Valdez, viene a cuenta recordar, es el próspero hombre de negocios que habría desviado dinero del Partido Republicano de los Estados Unidos para favorecer la campaña presidencial de López y que habría aprovechado sus estaciones de radio y televisión para crecer la imagen de Andrés Manuel. En agradecimiento, Obrador habría entregado a Bonilla una diputación –con las siglas del PT– y lo habría hecho su representante personal en Baja California.

Pues este hombre, Jaime Bonilla, ha despertado el enojo y la inconformidad de los afiliados de Morena. Por eso, cuando Obrador llegó a Tijuana, lo recibieron con pancartas y exigencias de echar al empresario de la dirigencia estatal.

No obstante, fiel a su costumbre, López Obrador ignoró a la concurrencia y siguió con su agenda. Lo curioso, sin embargo, es que en medio de los reclamos y de los intentos de la prensa local por lograr una entrevista con Andrés Manuel, la seguridad del político agredió a los reporteros y, en algunos casos, provocó lesiones a quienes se acercaron al tabasqueño con cámaras y micrófonos.

El fotoperiodista Israel Martínez, de la Agencia Fronteriza de Noticias, evidenció los golpes que recibió del grupo de guaruras de Andrés Manuel. Incluso dijo que acudirá al Ministerio Público para iniciar una demanda sobre este incidente.

Al respecto, es importante señalar dos cosas:

La primera, que contrario a lo que siempre dijo, Andrés Manuel sí tiene cuerpo de seguridad, sí se acompaña de guaruras y sí tiene protección especial.

Y la segunda, que de poco le sirvió a Jaime Bonilla comprar su espacio en Morena. En los previos a la elección de alcaldes y diputados en aquel estado, los seguidores de Obrador exigen su renuncia. La pregunta es, ¿a quién escuchará Obrador? ¿al hombre que financió su campaña presidencial o a quienes siguen votando por él?