La presión de empresarios y ciudadanos que deben generar ingresos abrumó tanto al Gobierno Federal que parece que el semáforo de riesgos fue aprobado de manera rápida y sin validación médica.
Habrá que recordar que el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, junto con el presidente Andrés Manuel López Obrador anunciaron que México entraría en la “Nueva Normalidad” desde el pasado 1 de junio, sin embargo, las estimaciones para la reactivación de la cotidianidad fue calculada sobre estimaciones erróneas sobre las proyecciones de la pandemia.
De acuerdo con Milenio, la secretaria de Economía, Graciela Márquez, habría entregado una gráfica en donde diagnosticaba un número de contagios mucho menor al que se habría registrado hasta mayo, pero en ningún momento se rectificaron los datos lo que dio pie a que varios estados decidieran pasar de semáforo rojo a amarillo sin la certeza del daño que provocaría.
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La gráfica “Sistema para el reinicio de actividades” indica la manera en la que se determinaron los parámetros de las fases basados en un supuesto pico de contagios, que según sus datos tendría que haber reducido los casos positivos a finales de mayo, situación que evidentemente no ha sucedido.
Con información de Milenio
