Liberación de Rubén Núñez: el manoseo de la justicia

En las películas de Disney o los cuentos de hadas es frecuente ver que cuando un héroe supera una prueba –en principio complicada–, la sociedad los recibe con aplausos y flores.

Sin embargo, en la vida real pasa todo lo contrario pues hay personas que la hacen de villanos pero son tratados como héroes dignos de admiración.

Basta con leer la prensa para darnos cuenta de ello. El ejemplo más claro ocurrió esta mañana, cuando Rubén Núñez, el líder de la Sección 22 de la CNTE, salió de la cárcel de Santa María Ixcotel, Oaxaca, en compañía Francisco Villalobos, secretario de la misma organización, y ambos fueron recibidos por otros maestros como héroes o mártires.

Los delincuentes salieron bajo fianza de la cárcel una vez en la calle, abordaron un vehículo Honda, último modelo, con quemacocos y asientos de piel.

Al respecto, el periodista oaxaqueño, Roberto Molina, señaló en entrevista para La Otra Opinión que la liberación de Núñez y Villalobos es una ofensa para la ciudadanía, debido a las condiciones en las que se presentó.

Para Molina, hizo falta explicar bajo qué mecanismo se liberaron a los maestros acusados de lavado de dinero, daño a la vía pública, robo de libros de texto gratuito, etc., y es que según el periodista, estos cargos son muy graves y bajo ningún sistema de justicia podrían concederle la libertad a ningún ciudadano.

“La procuradora general de la República, Arely Gómez, tiene que explicar en qué condiciones salieron los líderes magisteriales. Porque si les dieron un amparo, tuvieron que haber reclasificado los delitos y si los encontraron inocentes de los cargos en su contra, entonces estamos frente a un caso de corrupción”, reiteró Molina.

El oaxaqueño comentó que la impunidad es la carta de presentación de México en el exterior,  pues la ley se maneja al capricho y antojo de quienes tienen el poder, como en el caso de Núñez y Villalobos.

“Cada vez es más descarada la forma en la que el magisterio manosea la justicia. La CNTE ha paralizado gran parte del país con sus protestas en el sentido económico y educativo, pero nadie le pone un alto”, concluyó Roberto Molina.