Con la actitud déspota que tomó hoy el presidente Andrés Manuel López Obrador con la reportera que lo cuestionó sobre investigar a la directora de Notimex, Sanjuana Martínez, ha quedado claro que la prensa está desprotegida, y la libertad de expresión en peligro.
Lo que sucedió hoy en la mañanera del presidente, es algo que no solo da coraje, sino se siente miedo. Miedo a que el país lo esté manejando una persona que no escucha a la sociedad, sino solo a los suyos, que le vale un comino el Estado de Derecho, la ley, y que hace lo que le venga en gana.
Este viernes, López Obrador, fue interrogado sobre lo documentado por Aristegui Noticias, Signa_Lab del ITESO y Artículo 19, respecto a ataques coordinados en redes sociales desde la agencia del Estado mexicano, el mandatario federal expresó: “lo de Notimex ahí se tiene que ir resolviendo”.
Y agregó: “Hay instancias. Si hay inconformidad que se acuda a esas instancias”.
Asimismo, con todo el cinismo del mundo, López enfatizó que le cree a Sanjuana Martínez, y consideró que se tiene que escuchar a todas las partes y sus versiones, sin armar tanta polémica y sin insultar.
Por su parte, la reportera independiente de Sonora, Reyna Haydee Ramirez, insistió en preguntar si iba a investigar el caso, a lo que el presidente se deslindó y dijo que “se tiene que ir resolviendo entre todos y que todo mundo se serene y se llegue a un acuerdo”.
Respecto a las pruebas del uso de recursos públicos que está haciendo Sanjuana Martínez para publicar mensajes en Twitter para atacar a periodistas y excolaboradores de Notimex, AMLO sólo dijo que no cree que eso esté sucediendo, que solo se trata de una diferencia de posturas pero que también se va a arreglar.
¿No es de tener miedo? Usted juzgue.