El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) nombró al gobernador priista de Sinaloa, Quirino Ordaz, embajador de México en España; lo que le podría costar al mandatario estatal que alguien de su partido lo acuse de “traidor”.
Y es que en 1991, el presidente Carlos Salinas de Gortari nombró embajador de México en Ecuador a Ignacio Castillo Mena; quien era en esos momentos coordinador de la bancada del PRD en la Cámara de Diputados.
La “izquierda” opositora de entonces, que es la misma que ahora está en el poder, no le perdonó a Castillo Mena el que aceptara dicho ofrecimiento de Salinas. Lo llamaron “traidor”. Y el día que obtuvo licencia para separarse del cargo de diputado alguien le arrojó monedas en plena sesión en el palacio legislativo de San Lázaro.
¿4T premia a Quirino Ordaz por entregar Sinaloa a Morena y al crimen?
Ahora pareciera que la historia se repite, pero al revés: el presidente de la República, colocado ahí por esa “izquierda”; que arrojó monedas hace 30 años a Castillo Mena, se comportó exactamente como Salinas, al pepenar a un personaje de la oposición para nombrarlo embajador.
Con dicho nombramiento, López Obrador entrega un hueso de bajo nivel a Quirino Ordaz por todos los favores recibidos.
El gobernador se desvivía en elogios cada vez que el primer mandatario visitaba Sinaloa; le facilitó las tres visitas que ha realizado hasta el momento a Badiraguato, la cuna del Chapo Guzmán, y generó las condiciones propicias para que Morena se quedara con el gobierno estatal.
El PRI ha guardado silencio sobre el comportamiento de uno de sus gobernadores, que en breve se convertirá en flamante embajador de la “Cuarta Transformación”.
¿Pero habrá alguien que recuerde el caso Castillo Mena y le aviente monedas, así sea en sentido figurado, a Quirino Ordaz?
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— Ricardo Alemán (@RicardoAlemanMx) September 12, 2021
JC
