La polémica Layda Sansores podría representar una metáfora de la caída que sufrirá Morena a nivel nacional en las elecciones que tendrán lugar el próximo 6 de junio.
Aunque desde el año pasado Morena encabezaba de manera contundente las preferencias electorales en Campeche, en las últimas semanas el partido del presidente ha sufrido una caída estrepitosa, que tiene en estos momentos a su candidata a gobernadora en un segundo lugar.
De acuerdo con una encuesta publicada por El Financiero el pasado 3 de mayo, Layda llegó a tener un 42 por ciento de las preferencias electorales, cifra que se redujo en la actualidad al 27 por ciento, siete puntos menos que el puntero, Christian Castro Bello, de la alianza PRI-PAN-PRD.
Pero no solo es El Financiero. La plataforma concentradora de encuestas Polls.mx registra que en enero de este año Layda llegó a tener hasta el 38.4 por ciento de las preferencias, pero actualmente se encuentra en el 24 por ciento, superada incluso por el candidato de Movimiento Ciudadano, quien está en la pelea con un 28.7 por ciento.
Ni Campeche ni Álvaro Obregón
Todo parece indicar que Layda Sansores se quedará nuevamente con las ganas de ser gobernadora de su estado –¿Cuántas veces lo ha intentado?— Pero además, saldrá reprobada en la alcaldía de la Ciudad de México que medio gobernó y de la que aún es alcaldesa con licencia: Álvaro Obregón.
De acuerdo con la encuesta publicada por El Universal el pasado 7 de mayo, la candidata de la alianza PRI-PAN-PRD, Lía Limón García, encabeza las preferencias electorales con un 37.6 por ciento, casi diez puntos de ventaja sobre su más cercano competidor, el candidato de la alianza Morena-PT, Eduardo Santillán.
Un dato interesante que registra esta encuesta es el hecho de que el 63.8 por ciento de los consultados reprueba la administración de Layda Sansores en la alcaldía y solo un 25.3 por ciento la aprueba.
Al analizar el comportamiento de las preferencias electorales en Campeche en la herramienta Polls.mx, descubrimos que la caída de Morena se dio a partir de enero de este año, es decir, precisamente a partir de que eligió como candidata a Layda Sansores.
Esto nos demuestra que aunque Layda contó siempre con la preferencia del gran elector de Palacio Nacional, no tiene el suficiente arraigo en su estado. Y a juzgar por el alto grado de reprobación que registró la encuesta de El Universal, tampoco tiene arraigo en Álvaro Obregón. En otras palabras, Layda Sansores no es ni de aquí ni de allá y se quedó como el perro de las dos tortas.
