La “4T” convirtió en un zombie al Sistema Nacional Anticorrupción

INAI pide impulsar una nueva agenda agenda amplia anticorrupción
Foto: mexicosocial.org

El Sistema Nacional Anticorrupción (SNA), ese complejo esquema interinstitucional creado en el sexenio de Enrique Peña Nieto, está convertido en un fantasma, debido a que la llamada “Cuarta Transformación” prefiere fiscalizarse a sí misma exclusivamente a través de la obediente Secretaría de la Función Pública.

El SNA es un mecanismo de coordinación de los esfuerzos de los tres niveles de gobierno para combatir la corrupción. En él participan la Auditoría Superior de la Federación, el Consejo de la Judicatura Federal, la Fiscalía Anticorrupción, la Secretaría de la Función Pública, el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales y el Tribunal Federal de Justicia Administrativa.

En lo que va del sexenio de Andrés Manuel López Obrador, este mecanismo se ha mantenido en la parálisis debido a que Morena ha bloqueado todos los intentos de elegir a los integrantes del Comité de Participación Ciudadana (CPC), que es la cabeza de todo el sistema.

El bloqueo de Morena al funcionamiento del SNA es un reflejo de la fobia que tiene el jefe del Ejecutivo hacia las organizaciones de la sociedad civil, pues el CPC debe ser definido precisamente a través de las organizaciones, con la intervención del Senado.

Actualmente, el CPC solo tiene uno de cinco integrantes, Jorge Alberto Alatorre Flores. Los otros cuatro han dejado el cargo, algunos porque se terminó su periodo para el que fueron elegidos y otros por renuncia.

A los integrantes del CPC los debe nombrar una Comisión de Selección, que a su vez es creada por el Senado. Y aquí es en donde entra Morena, con sus tácticas dilatorias para tener al SNA en calidad de muerto viviente.

El Senado debió nombrar a la Comisión de Selección desde el mes de octubre del 2019. Pero Morena, con su mayoría, hizo todo lo necesario para que pasaran los meses sin que la Cámara Alta cumpliera con esta obligación.

Organizaciones de la sociedad civil presentaron demandas de amparo ante el Poder Judicial y un juez ordenó al Senado nombrar a los nueve integrantes de la Comisión de Selección, lo cual fue cumplido a regañadientes.

Y ahora, esta comisión, en donde tienen mayoría integrantes afines a Morena, le ha dado largas al nombramiento de los integrantes del CPC, que es la cabeza del SNA.

Es claro que el SNA representa un estorbo para el presidente Andrés Manuel López Obrador, pues cuando el mecanismo se ponga en marcha quedará evidenciada la falsedad de la lucha contra la corrupción que tanto presume.