La 4ª Transformación, una Revolución Cultural china tropicalizada

Están buscando crear una estructura de gobierno al servicio del poder. O más exactamente, al servicio de la cabeza del gobierno federal, léase, el presidente electo.

López Obrador envía una iniciativa que presenta Mario Delgado, líder parlamentario de Morena en la cámara baja. Que reforma la Ley Orgánica de la Administración Pública. Se trata de serias modificaciones a la estructura y operatividad del gobierno federal. Todo apuntando a un modelo centralista, hiper-controlador. Es una suerte de politburó gubernamental. Más y más concentración del poder político y del poder económico. Mientras menos manos, mejor. Y esas manos son del presidente electo y de algunos de sus cercanos.

1.-Con el pretexto de “orientar” la estructura de la administración pública al servicio de la gente, y con el pretexto de buscar “austeridad”, una larga serie de despropósitos están ya en puerta, y con ello, devastar a múltiples instituciones del país. Que con tantos esfuerzos se han construido. Hoy eso ha llegado a su fin. La Cuarta Transformación quiere barrer con todo. Como lo hizo la Revolución Cultural China de Mao.

2.- La Cuarta Transformación es mencionada en la iniciativa de ley, mezclando sin pudor los impúdicos anhelos de trascendencia histórica y los suspiros de posteridad, propios de un supuesto movimiento democrático, pero que nada tienen que hacer en un documento legislativo que pretende ser serio.

3.-Vista a fondo, la Cuarta Transformación aparece como una versión tropical de la Revolución Cultural china. Así de radical, de efectista, de manipuladora, de persecutoria, de parcial, de inaceptable. La Gran Revolución Cultural Proletaria china, se metía hasta en la cocina, e incluso influyó en el ejército. Aquí López Obrador quiere hacer un “ejército de paz”, e integrar a 50 mil jóvenes a las Fuerzas Armadas. Pensemos qué hay detrás de eso. Esos 50 mil chavos podrían ser los soldados obradoristas dentro de las filas verde olivo. Suficiente para buscar controlar desde adentro a esas instituciones, encajando en ellas, feligreses fieles en las bases.

4.-En 1984, la novela distópica de George Orwell, existen peculiares secretarías o ministerios: Ministerio del Amor, Ministerio de la Paz, Ministerio de la Abundancia y Ministerio de la Verdad. En la iniciativa de Ley Orgánica de la Administración Pública enviada por Obrador a los diputados federales de Morena, se cambia el nombre a la actual Secretaría de Desarrollo Social, que ahora quieren que se llame: Secretaría del Bienestar. No deja de recordar al Ministerio de la Abundancia de Orwell, que controlaba justamente, los alimentos, materiales de construcción, y otros bienes. Tampoco se nos olvida que, como sabemos, el Big Brother que todo vigilaba y controlaba, que tenía ojos en donde sea, era un dictador.

5.-La Secretaría del Bienestar controlaría mucho de lo que hoy es manejado desde las Secretarías de Salud, de Educación y de Cultura. Sería un nuevo monstruo, que absorberá funciones de otras instancias, debilitándolas, y concentrando el poder una vez más.

6.-Acaso el peor de los cambios se daría en la Secretaría de Hacienda, que ahora efectuará todas las compras del gobierno federal (hay quienes ya se estarán frotando las manos), en “todos los mercados de bienes y servicios”. Esto incluye las medicinas. Es una mega-centralización. El argumento que ofrece la iniciativa destructora de instituciones democráticas es que “a mayor dispersión, menor capacidad de fiscalización y control”. A eso habría que contraponer: “A mayor concentración, más posible corrupción, más poder, y menos ojos encima”.

Se propone transferir a la Secretaría de Hacienda “los recursos materiales, financieros e informáticos que actualmente se encuentran asignados a la Secretaría de la Función Pública para la operación y administración de la herramienta SIIPP-G”, dice la iniciativa. Hacienda ahora también absorbiendo tareas de la Función Pública. La herramienta señalada son los padrones. Con ello éstos dejan de estar bajo la lupa de la transparencia, en la “casa de la transparencia”.

7.-Los actuales oficiales mayores, serían designados por el Secretario de Hacienda… Todos, menos los de las Fuerzas Armadas.

8.-Habría “Delegaciones de Programas para el Desarrollo”, que coordinarían acciones entre las autoridades estatales y municipales. No se respeta con ello el federalismo, ni la autonomía de los estados y de los municipios. Se impone una figura sin sustento constitucional, que rebasa a autoridades legítimamente electas. Estas delegaciones acatarán órdenes de un coordinador general…

9.-Así que mientras se persigue una mega-concentración de poder, arrebatando funciones de muchas secretarías para ponerlas en unas pocas, corre a la par una versión de la revolución cultural china en nuestro país. Sin duda estos procesos tenderían a irse radicalizando. Jóvenes obradoristas en las fuerzas armadas, pocas secretarías que lo pueden todo, plenipotenciarias, y un nombre para una revolución cultural, para efectos propagandísticos: la Cuarta Transformación.

10.-Bienvenido a la Cuarta Transformación. Pase ud, sea parte de la historia, apóyenos y viva un proyecto de trascendencia y posteridad… El verdadero proyecto de Obrador es el poder. Tener todo el poder.

@raultortolero1