Proyectos multimillonarios de López Obrador: ¿Endeudamiento previsible?

Empieza el sexenio de López Obrador con el mismo entusiasmo de algunos otros, con mucha gente abrigando esperanzas, a veces desmedidas, pero casi siempre justas. El capital político inicial del nuevo presidente es alto. Pero ya hemos visto en muchas ocasiones anteriores que éste se va diluyendo, quedando sólo los ideales, y en los hechos no se ven reflejadas las buenas intenciones.

Básicamente, en el presente gobierno las promesas pueden verse diluidas, por una causa. No porque los opositores entorpezcan los avances, porque para eso Morena tiene mayorías. No porque haya comentócratas, intelectuales, periodistas, que critiquen los proyectos.

No. Si no por una causa mucho más fundamental: porque han sido demasiadas las promesas, y los recursos no son ilimitados. En el nuevo gobierno no parecen haber hecho a fondo las cuentas, antes de prometer tantos subsidios y mega proyectos.

El tren maya tendría inversión pública y privada. Pero sólo por la parte pública se usaría lo recaudado por el Impuesto al Turismo, que al año recibe 370 millones de dólares. Pero el tren tardaría cuatro años en construirse y su costo ascendería a cerca de ocho mil millones de dólares (según información de la bbc.com).

La construcción de Santa Lucía estaría implicando un costo de cerca de 70 mil millones de pesos. La cancelación del NAIM, si se da, costaría 100 mil millones de pesos (de acuerdo con información de El Economista).

Para desarrollar la región del Istmo de Tehuantepec, se necesitarían 40 mil millones de pesos. Duplicar apoyos para adultos mayores, se calcula en un costo de 6,723 millones de pesos al mes.

Para el programa “Jóvenes construyendo futuro”, el costo se estima en 109,490 millones de pesos, por año. Para la rehabilitación de plantas de fertilizantes, se usarían 800 millones de dólares. Para poner al día seis refinerías, se invertirían 50,000 millones de pesos (datos de adnpolítico.com).

Y abrir 100 universidades, como lo anunció el Presidente en su toma de protesta, ¿cuánto costaría? ¿Sería viable? Por supuesto, hay además de los arriba citados, al menos 15 grandes proyectos que no mencionamos aquí por cuestiones de espacio.

Todo indica que las cuentas no salen. Por mucho ahorro que se haga en el gasto corriente y en las nóminas. Los deseos son una cosa, pero por ardientes que sean, no son lo mismo que tener los recursos para sustentarlos.

Si la salida es el endeudamiento, entraremos en una crisis. Como ya las hemos vivido. Sobre todo en periodos previos al llamado “neoliberalismo”. Entre 1976 y 1982, el endeudamiento externo creció 208%. Sólo en 1981, creció en un 56%, pasando de 33, 813 millones de dólares, a 52, 961 mdd. Y eso que Echeverría y López Portillo no eran neoliberales.