Javier Jiménez Espriú, quien sería el próximo titular de la Secretaría de Comunicaciones (SCT) en el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, a arrancar el próximo 1 de diciembre, podría perder su lugar especial en la lista de los consentidos de AMLO.
Este miércoles, trascendió que el ingreso de Jiménez Espriú al gabinete del siguiente gobierno se tambalea, según información que circula desde el círculo cercano del ingeniero.
Y dicha información no resulta tan descabellada si se rememoran al menos cinco errores que ni el “mesías tropical” perdonaría.
- El pasado 11 de octubre, Jiménez Espriú allanó una mina ubicada en Atenco, Estado de México, de la cual se extrae el relleno para la construcción del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México y en la que realizaba un recorrido para, supuestamente, supervisar la viabilidad de la explotación mineral del lugar.
2. No conforme con invadir una propiedad privada, el político amedrentó a la apoderada legal del predio con su precoz credencial de secretario de Comunicaciones y Transportes, pues prometió que, por haberlo corrido, cuando asuma su puesto solicitará al propietario de la empresa sus autorizaciones para explotar la mina.
3. Espriú, como acérrimo defensor del proyecto del aeropuerto de Santa Lucía, cometió un ridículo que los medios de comunicación más importantes se encargaron de resaltar.
Fue el pasado 12 de octubre cuando el amigo de AMLO citó los resultados de un estudio sobre la viabilidad del proyecto en Santa Lucía, pero la cita textual de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), fue mutilada por Jiménez Espriú para que, ante la opinión pública, se subrayaran los beneficios del proyecto de Santa Lucía, aunque la conclusión (omitida), afirma que esa opción es “claramente ineficiente”.
4. Otro tropiezo a máxima escala de Jiménez Espriú se suscitó el pasado 16 de octubre, cuando el virtual titular de la SCT acudió al noticiario estelar de Imagen Televisión.
El conductor del programa, Ciro Gómez Leyva, de manera incisiva le realizaba preguntas técnicas sobre el destino del NAICM. Sin embargo, cuando el presentador refutó la tesis del invitado con el argumento de que la Conagua no emitió información coincidente con la descrita, en vez de una defensiva, terminó balbuceante, nervioso y sin palabras, dada la gran vergüenza autoexhibida en ese momento.
5. La subida de actividad mediática de Jiménez Espriú llegó hasta este miércoles 17 de octubre, cuando en público admitió que la cancelación del NAICM significarán pérdidas por más de 100 mil millones de dólares, los cuales resultan no ser recuperables.
“Se considera esa cantidad que se ha invertido y sería una pérdida…”, dijo el tentativo futuro de secretario de Comunicaciones y Transporte.
