El futuro Secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espirú, tuvo un paso por el futbol mexicano. Fue vicepresidente deportivo de Pumas de la UNAM, entre 1998 y 2001.
En su paso en el aspecto deportivo, el equipo tuvo resultados de media tabla hacia abajo, y se dio el polémico cambio de televisora para transmitir los partidos, ya que parte de la afición universitaria tiene resentimiento hacia Televisa y su equipo principal, el América. En todo eso Jiménez Espirú tuvo un papel fundamental e incluso fue llamado “El americanista infiltrado”.
También fue señalado por impedir el traspaso del mediocampista Gerardo Torrado a la liga española, el futbolista tuvo que salir por la puerta de atrás y enrolarse en un equipo de segunda división. Además, fue responsable del despido del entrenador Hugo Sánchez en su primer etapa en el club, pese a colocar al equipo en semifinales.
Lo anterior debido a que “El Pantapichichi”, declaró que la malversación de fondos en el equipo era responsabilidad de Jiménez Espirú. Esto es por la demanda del promotor del jugador Joao Batista por incumplimiento de contrato, lo cual ocasionó el embargo de la taquilla de un juego de local del conjunto felino.
En 2002, Arturo Elías Ayub asumió el cargo de presidente del club y comentó que recibió el equipo en bancarrota. Sus arcas estaban en números rojos pese a traspasos millonarios como el del goleador Jesús Olalde, Jorge Campos y otros jugadores, que se esfumaron.
La salida de Jimenez Espirú representó para el conjunto universitario el regreso de Hugo Sánchez como entrenador de Pumas y la obtención del bicampeonato del año 2004. Los Pumas resurgieron mientras el futuro titular de la SCT entraba al anonimato empresarial y hasta ser rescatado por Andrés Manuel López Obrador en el 2018.
