A raíz del comunicado que hizo público la Fundación de Cáncer de Mama FUCAM A.C. desde sus redes sociales, en donde informan el fin de la gratuidad en los tratamientos a personas de escasos recursos, se generaron reacciones negativas, en su mayoría.
Entre ellas, obvio está, las de las afectadas, las de legisladores de oposición y la del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) el cual, sin presentar documentos, asegura que el FUCAM tiene la obligación de ética, moral y jurídica de continuar atendiendo a las enfermas.
No obstante, desde el día de ayer la Fundación anunció que, debido al quiebre del convenio con el extinto Seguro Popular y a lo incierto que es el futuro con el Insabi, se vieron en la necesidad de agotar insumos, medicamentos y pagos hasta donde les fue posible pero ahora tendrán que cobrar una cuota de recuperación pues no han tenido acercamientos del Gobierno Federal.
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En contraparte, el Insabi asegura que los tratamientos de las más de ocho mil mujeres con expediente clínico, más las casi dos mil que han sido recientemente detectadas, cuentan con un tratamiento asegurado.
La duda ahora será: ¿quién dice la verdad?
