Hoy debe perder un bad hombre

Especial

Donald Trump espera cosechar hoy lo que con ahínco ha sembrado: la descalificación de las elecciones si no gana él.

Y que pierdan todos: la democracia, las bolsas, las empresas, los empleos, la certidumbre. Que pierda Estados Unidos. Él no se irá solo al hoyo.

Los gobiernos de Rusia, China, Venezuela, Cuba, Corea del Norte y los líderes autoritarios en todo el mundo, se frotan las manos hoy a la espera del triunfo de Donald Trump.

O que descarrile la elección para seguir en el poder.

Saben, con Bonaparte, que “nunca debes interrumpir a tu enemigo cuando se está equivocando”.

El enemigo de todos ellos es el liderazgo de Estados Unidos en el mundo que aún cree en la democracia y en las libertades individuales.

Trump ha sido su gran alfil. Ha empequeñecido a Estados Unidos. Lo ha dividido. Lo separó de sus grandes aliados. En el país más avanzado del mundo, inoculó el desprecio por la ciencia.

Anoche, aquí en Miami, sus partidarios le pedían a gritos “quema a Fauci”, y él contestó que algo así hará con el médico que es eminencia mundial en infectología, porque ha alertado contra las equivocadas políticas del presidente en el combate a la pandemia.

“Síguete equivocando, Estados Unidos”, y sumérgete en el oscurantismo trumpiano que cree en complots del Papa con el Dalai Lama y Hillary Clinton en contra del presidente. Que ha mostrado simpatías hacia los grupos armados que odian a sus connacionales por motivos de origen o color de piel.

Por favor, Trump, no cedas y peléate más seguido con tu vecino canadiense Justin Trudeau. Sigue con el muro para separarte de los que has llamado “mexicanos ladrones, traficantes, homicidas y violadores”.

Aíslate Trump, y enciérrate en tu país y deja el mundo para nosotros. Como hizo China con su Muralla, que tardó más de mil años en brincársela e iniciar el progreso a través del contacto con el exterior.

Muéstrales tu desprecio a los mexicanos y centroamericanos, al confundir el legítimo derecho de Estados Unidos a controlar la migración, con el odio al que viene de fuera. Fue magistral para el prestigio de tu país quitarles sus hijos a padres indocumentados y encerrarlos en jaulas.

Build the wall, Donald, build the wall, como lo has venido haciendo y no dejes de subir tus fotos a Twitter junto a la muralla de acero cuando viajes a la frontera con México y América Latina. Así les quedará claro a los estadounidenses dónde termina la civilización y comienza un territorio habitado por bárbaros.

Serás tan grande como Adriano, que hizo lo mismo para separar Roma de los salvajes escoceses. Y déjanos a nosotros controlar esos territorios, sus recursos, la cooperación tecnológica, sus sistemas políticos. Tenemos líderes interesantes en esa región.

Destruye, como sabes, las bases del bloque geopolítico en tu entorno, que es el más importante del mundo. Y sigue alentado la descomposición de la Unión Europea, la Alianza Atlántica, y las buenas relaciones que tus “horribles” antecesores establecieron con Japón después de la II Guerra…

Trump va a lograr todo lo que los enemigos de Estados Unidos desean, si vence hoy y permanece otros cuatro años en la Casa Blanca.

Y si no gana, tal vez termine por destruir el nervio fundamental que cohesiona a los habitantes de este país: la confianza en su democracia.